
Todos los clubes y federaciones con categorías inferiores están obligados a contar con un tutor que canalice cualquier posible queja de acoso o malestar
16 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Son los encargados de velar por la seguridad de los más pequeños. Esos a los que los menores se dirigen cuando tienen un problema en su club o en su federación. Los destinados a protegerlos, tanto de los mayores como de sus compañeros. Los delegados de la protección del menor.
¿Cómo se crea esta figura?
La Xunta, a través del Observatorio Galego de Familia e Infancia, aprobó en mayo del año pasado el Protocolo de protección dos nenos, nenas e adolescentes fronte á violencia no deporte, una medida de obligado cumplimiento en todos los clubes y federaciones. Está enmarcada en la Ley Orgánica 8/2021 de 4 de junio y Galicia fue pionera a la hora de iniciar su implantación en las entidades que dependen del gobierno autonómico.
¿En qué consiste?
Se trata de un miembro del club o la federación que sirve de canalizador para cualquier tipo de comportamiento anómalo que se produzca, ya sea en la entidad o, incluso, en el ámbito familiar. Cuando un menor sufre un episodio de violencia, abusos o acoso, bien él, bien su familia deben ponerlo en conocimiento del delegado para que active el protocolo de actuación.
¿Quién puede ser delegado?
Cualquier persona perteneciente al organismo, ya sea entrenador, monitor, técnico, auxiliar o voluntario en la entidad que disponga de certificados negativos de delitos de naturaleza sexual.
¿Cuál es su función y en qué casos debe actuar?
La misión es de protección y prevención. Por encima de todo, ha de evitar que se produzcan situaciones incorrectas. Pero si suceden es cuando debe intervenir. Las actuaciones contra las que ha de luchar son de acoso a los jóvenes, violencia, trato discriminatorio por parte de un entrenador o sus compañeros e, incluso, cualquier situación que detecte que sucede en el domicilio de los menores que tiene a su cargo. Todas estas situaciones son susceptibles de que intervenga.
¿Cómo debe actuar el delegado en caso de recibir alguna denuncia?
En primer lugar, valorará la gravedad de la misma. Si los hechos obtuvieran la calificación de graves, se notificará el caso a los servicios sociales o, en su caso, a las autoridades judiciales. Además, pondrá a disposición de los menores el teléfono de infancia de la Xunta (116111), sin prejuicio de poder adoptar cualquier otra medida de auxilio inmediato: suspensión o cambio de horarios en los entrenamientos, reorganización interna o suspensión cautelar del supuesto agresor.
¿En qué fase de implantación está?
La Xunta, a través de la Unión de Federacións Deportivas Galegas (Ufedega), adoptó el contenido de la ley a la realidad de esta comunidad autónoma, con las recomendaciones y criterios comunes facilitados por el Ministerio de la Juventud y la Infancia. Durante el pasado verano se llevó a cabo un plan de formación práctico dirigido a las federaciones y clubes con el objetivo de dotarlos de las herramientas precisas para la óptima implantación del protocolo con sesiones en las siete grandes ciudades. Con posterioridad, a finales de noviembre, se realizó en Santiago una formación de las personas delegadas de la protección de los mejores, dirigida a las federaciones y centrada en las habilidades sociales y comunicativas en los casos de violencia en el deporte. Del mismo modo, en este primer trimestre del año está previsto que se lleve a cabo una segunda enseñanza más orientada de cara a dotar a los delegados de recursos para la resolución de conflictos y mediación.
En algunas federaciones, como es el caso de la de fútbol, paralelamente ya están llevando a cabo una instrucción por parte de las entidades nacionales e, incluso, internacionales, como la UEFA.
¿Cuál es el papel de los clubes y las federaciones?
Tras la formación de sus responsables, elaborarán un protocolo particular, que ha de ser presentado a la Secretaría Xeral para o Deporte para que esta le dé el visto bueno o ayude a completarlo si percibe alguna carencia. A partir de ahí, deben llevarlo a la asamblea anual y comunicarlo a todas las personas integrantes, aprobar su adopción y hacer efectivo el nombramiento oficial del delegado.
¿Puede haber más de un protector en un club o en una federación?
No, solo habrá uno que haya recibido la correspondiente formación para llevar a cabo tal cometido. Eso no quita que este pueda rodearse de colaboradores que hagan de intermediarios. Pero el que debe actuar en caso de conflicto y adoptar medidas es el delegado, cuyo nombramiento ha de ser comunicado al gobierno gallego. En caso de cese en sus funciones de esta persona, el cambio ha de ser, igualmente, notificado y su puesto será ocupado por un sustituto que reúna los mismos requisitos que el titular.
«A mi hijo el entrenador le grita más que al resto de compañeros»
Una de las federaciones que empiezan a trabajar con la figura de delegado de protección al menor es la de fútbol. En este caso, la responsabilidad ha caído en manos de Álex Parada, que está haciéndose aún al puesto.
«Todavía no tenemos el protocolo aprobado, por lo que no estamos a pleno funcionamiento, pero ya tenemos un buzón de recogida de denuncias y, de momento, llevamos cinco consultas más que acusaciones», explica al responsable de la Real Federación Gallega de Fútbol.
En este sentido, destaca que hay que tener mucho cuidado a la hora de analizar los casos y pone un ejemplo: «Una madre nos escribió diciendo: ‘‘A mí hijo, el entrenador le grita más que a los demás''. Quería saber si era denunciable. Y antes de decirle nada, abrimos una investigación. Ya, de por sí, el técnico hablaba alto, no solo a su hijo. Y, luego, analizamos los minutos que jugaba respecto a sus compañeros y eran similares, así que vimos que no había caso. Pero sí que podría ser un ejemplo de denuncia».
«Nós levamos tempo facendo este tipo de actividades e son moi ben recibidas»
Aunque la normativa es de hace unos años y Galicia fue pionera en ponerla en marcha el pasado mes de junio, hay clubes que ya tenían su propio protocolo, en ocasiones no escrito, de actuación en situaciones de violencia o acoso.
Es el caso del Fendetestas de rugbi. El club de As Pontes tiene en Carmen Boo Rivas, vicepresidenta y entrenadora, a su delegada para este tipo de cuestiones. Tras formarse en Ferrol, con representantes de otras entidades deportivas, ahora actúa al frente de la suya.
«Para nós non é ningunha novidade. Como isto saíu a principios do verán e nos temos o costume de mantermos xuntanzas coas familias do que chamamos a academia [mocidade de entre doce e dezaoito años], aproveitamos para facer algo de formación, non so, no propio protocolo senón en que é a violencia, que tipos hai, como identificala...», explica la responsable del Fendetestas.
Más allá de eso, han puesto en práctica otro aprendizaje para los más pequeños: «Hai que ter en conta que nós contamos con rapaces dende Educación Infantil. A esas idade facemos unha adaptación que consiste en que sexan eles mesmos os que marquen as normas. Loxicamente, dirixidos, pero, procuramos que saia deles. Temos un deporte de contacto e unha cousa é unha melé, na que hai ese contacto, pero dentro dela non se pode pegar patadas nin puñadas».
Reflexión
El siguiente paso fue abrir un correo electrónico para los mayores, pero reconoce que, de momento, no hay ninguna queja ni denuncia, algo que sí sucedió cuando impartieron alguna charla: «Cando falamos cos adolescentes, ó final da charla vimos como se creou unha charla interesante sobre o que se debe permitir ou non. E saíu algún caso que lembraba como nun partido escoitou unha cousa, pero nese intre non lle deu importancia e agora entende que si a ten. Foi moi construtiva», explica.
La duda que le surge a la vicepresidenta del Fendetestas es cómo se puede y se debe actuar cuando un caso toma un cariz importante: «Non sei ben como está o protocolo cando se chegue a casos graves. Descoñezo se os medios que temos son suficientes para facer fronte a algún tipo de situación. Pero, supoño que, coma todo, será ir vindo como transcorren os acontecementos. Para nos, xa digo, non supuxo máis que seguir na nosa liña».