Los árbitros se sienten desprotegidos, presionados y coaccionados ante los ataques del Real Madrid
DEPORTES
![El árbitro Muñiz Ruiz, durante el Espanyol-Real Madrid](https://img.lavdg.com/sc/jojjkQul7sh6TvW_W4yZC6pkmBQ=/480x/2025/02/04/00121738684202585996749/Foto/eup_20250201_204758563.jpg)
Indignación entre los colegiados y los rivales del equipo blanco por la carta en la que el club blanco denuncia la «adulteración de la competición» para perjudicarle y la tibia respuesta de la FEF. Ancelotti aviva el fuego y considera lo ocurrido «inexplicable»
04 feb 2025 . Actualizado a las 18:14 h.Perplejidad primero, malestar después e indignación al final. Así se resume el sentir de aficionados, dirigentes de clubes y árbitros, que prefieren no pronunciarse en público pero se sienten solos, desprotegidos, presionados y coaccionados, tras conocer el escrito remitido por el Real Madrid a los máximos responsables de la Federación y del Consejo Superior de Deportes en el que denuncia que el sistema arbitral está «completamente viciado» y la competición «adulterada» y «manipulada» para perjudicar al club blanco.
Tampoco ha sentado bien entre los sectores de la España que no comulga con los postulados de Florentino Pérez la respuesta tibia ofrecida desde el organismo que preside Rafael Louzán, que, sin nombrar al Real Madrid, lamenta «el tono y la gravedad de las acusaciones», pero a la vez le viene a dar cierta razón y trata de tranquilizar al reconocer que la FEF está «inmersa en un proceso de modernización y mejora estructural del arbitraje, alineado con las mejores prácticas internacionales».
Se da la circunstancia de que Alejandro Muñiz Ruiz, el colegiado gallego enviado a la nevera y foco de las críticas por no expulsar al espanyolista Romero tras su alevosa entrada con los tacos al gemelo de Mbappé, es el mismo que dejó impune una patada o más bien rodillazo del brasileño Endrick hacia las partes nobles del uruguayo Mouriño, sin balón por medio, en el duelo entre los blancos y el Alavés del pasado septiembre. Una polémica que se quedó en la indignación de los babazorros.
Así las cosas, semana de derbi capital y máxima presión para el colegiado riojano César Soto Grado, el elegido por el Comité Técnico de Árbitros para el duelo del sábado en el Santiago Bernabéu con el liderato en juego. Complicado ponerse en su pellejo después de lo ocurrido en Cornellà y la reacción del Real Madrid, y más aún si se tiene en recuerda que en 2023, precisamente este juez dirigió un derbi copero que desató la ira de los colchoneros por la no expulsión de Ceballos y las duras entradas sobre Morata y Griezmann no castigadas.
Tal fue el enfado que Miguel Ángel Gil Marín emitió un comunicado al que se remiten ahora fuentes del club colchonero al entender que adquiere plena vigencia y que Soto Grado llega a Chamartín «presionado» y «coaccionado». «El Madrid es un club con un entorno muy fuerte, con muchos intereses a su alrededor. Crean tal presión que es normal que afecte a las personas (árbitros) que deben tomar decisiones. Son conscientes de lo que les espera si les perjudican con algún error o incluso con algún acierto. Es habitual la campaña contra quien consideran que les perjudica. El sistema es así...», denunció hace dos años el CEO del Atlético.
Hace poco más de dos semanas, tras el polémico choque copero entre el Real Madrid y el Celta en el que los vigueses se quejaron de dos penaltis a favor no señalados, le preguntaron al Cholo Simeone por ese partido y su respuesta fue demoledora: «El partido no lo vi. Me comentaron episodios que hubo, pero como los hay desde hace 100 años. No sé qué les sorprende», ironizó. Si a todo este cóctel se le añaden los mecheros lanzados a Courtois en la primera vuelta por radicales del Frente Atlético, el derbi puede ser explosivo.
Ancelotti aviva el fuego e insiste en que lo ocurrido en Cornellà fue «inexplicable»
Carlo Ancelotti cerró filas con la demoledora carta que el Real Madrid remitió el lunes a la Federación Española de Fútbol (FEF), con copia al Consejo Superior de Deportes (CSD), fustigando al estamento arbitral a raíz del polémico encuentro que los blancos disputaron el sábado ante el Espanyol. «Ha pasado algo que es inexplicable, hablando sobre todo de la integridad de los futbolistas. Lo que pide el comunicado de la junta directiva del Real Madrid es una explicación. Esto me parece correcto, hay que explicarlo porque no se ha hecho nada para tutelar la integridad del futbolista», manifestó un técnico que dijo compartir «totalmente» el texto que envió el club de Chamartín en la previa del duelo de cuartos de final de la Copa del Rey que medirá a su equipo con el Leganés, para el que son baja Mbappé, Bellingham, Alaba, Rüdiger, Camavinga, Militao y Carvajal. Tampoco está convocado Courtois.
La comparecencia de Ancelotti tuvo como eje central la polémica desatada a causa de esa misiva en la que el Real Madrid arremete con una crudeza inusitada contra el sistema arbitral, exigiendo los audios del VAR del citado choque ante el Espanyol que soliviantó a los blancos por el gol anulado a Vinicius debido a una falta previa de Mbappé sobre Pol Lozano y, sobre todo, por la decisión que tomó Muñiz Ruiz de sancionar solo con amarilla una brusca entrada de Carlos Romero sobre el '9' del Real Madrid, sin que Javier Iglesias Villanueva, responsable del VAR, le invitase a reconsiderarla una vez vistas las imágenes.
«Es algo que ha pasado que juega con la integridad de un futbolista y no se han tomado medidas. Pedimos una explicación y nada más», abundó Carletto en una intervención en la que reveló que Mbappé tiene un hematoma en el gemelo como consecuencia de la señalada plancha de Romero y que, pese a haber entrenado este martes junto a sus compañeros, no estará en Butarque el miércoles. Tampoco se desplazarán a Leganés ni Bellingham, quien igualmente presenta un hematoma por un golpe, ni Alaba, que permanecerá entre dos y tres semanas de baja a causa de una lesión en el aductor de la pierna izquierda. Un percance, este último, que agrava el descomunal roto que tiene el Real Madrid en el eje de la retaguardia para afrontar un tramo decisivo de la temporada en el que se juega la Copa, la Liga y también su supervivencia en la Champions, con una eliminatoria de dieciseisavos de final ante el Manchester City cargada de veneno.
En medio de todas esas batallas sin cuartel que marcarán la campaña ha vuelto a irrumpir la recurrente polémica a cuenta de los árbitros, objeto de las iras de un club que se siente perjudicado y que reclama cambios inmediatos en un sistema que considera «viciado». «Es un momento para cambiar algo porque si no dan explicaciones significa que hay un problema y si hay un problema es que algo tiene que cambiar», continuó Ancelotti en una rueda de prensa en la que incidió en que el revuelo generado en los últimos días supone «una oportunidad para el fútbol español». «Aquí todo el mundo se queja y si todo el mundo se queja significa que nadie está contento», respondió a quienes argumentan que el Real Madrid no es precisamente el club más indicado para lamentarse en materia de arbitrajes.
Una bomba Las palabras de Ancelotti vienen a echar más leña a la hoguera de una polémica que no cesa y que elevó considerablemente las llamas después de que se conociese el contenido de la carta de protesta que elevó el Real Madrid a la FEF y al CSD denunciando la presunta existencia de «un nivel de manipulación y adulteración de la competición que ya no puede ser ignorado», por lo que conmina a que se produzca una revolución dentro de la estructura arbitral, vieja pretensión de Florentino Pérez. La nota del Real Madrid cayó como una bomba sobre el colectivo arbitral, que vivió un lunes negro con una reunión de urgencia en la que el presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA, Luis Medina Cantalejo, leyó la cartilla a los trencillas por los errores detectados en la última jornada y puso en marcha un 'neverazo' para casi una decena de colegiados de Primera y Segunda División.
Dichos castigos, unidos a la durísima carta del Real Madrid y la tibia respuesta a la misma que dio la Federación Española de Fútbol (FEF), han inflamado aún más a los árbitros, que se sienten más solos que nunca en una semana en la que Medina Cantalejo tendrá que dar explicaciones en el cónclave que la FEF ha convocado para el jueves con presencia de los clubes de Primera y Segunda, los directivos de LaLiga y la cúpula arbitral con la esperanza de apagar un incendio que avanza sin control.