La condena a Rubiales es relevante y proporcionada

Ana María Aba Catoira

DEPORTES

Bruna Casas | REUTERS

21 feb 2025 . Actualizado a las 12:51 h.

En términos generales, estoy satisfecha con la sentencia a Luis Rubiales. Lo más relevante es que le da total credibilidad a la víctima y deja claro que no hubo consentimiento, por lo que se produjo una agresión sexual. Hay gente que reduce las agresiones sexuales a una penetración, bucal, anal o vaginal, pero existen otras muchas formas de agredir, y besar en la boca a otra persona sin su consentimiento lo es, como queda acreditado judicialmente. Rubiales es culpable de un delito de agresión sexual sobradamente probado. Con el añadido de que se trataba de un superior, con lo que invito a cualquiera a que se ponga ante la misma circunstancia, que su jefe o jefa se tome la libertad de besarle en los labios. Hay agresiones de mayor y menor entidad. En este caso, estábamos ante una de menor entidad, pero no por ello deja de serlo.

El juez no considera acreditado el delito de coacciones, que requiere intimidación o violencia, con las pruebas que se le presentaron, con lo que prevalece, como debe ser, la presunción de inocencia de los acusados. Hay quién puede cuestionarse si la pena que se impone es adecuada o no. Yo nunca pensé que fuera a haber una pena de privación de libertad. En mi opinión, es proporcionada a los hechos probados por los que se juzgaba a Rubiales, por la entidad de la agresión, que además fue puntual, no sostenida en el tiempo.

En todo caso, es un debate menos relevante, porque lo que estaba en juego realmente en este caso para el derecho de las mujeres era que se creyera el testimonio de la víctima, como así ha sucedido, y que es lo más difícil en muchos casos. Que cuestiones como que el beso se produjera durante una celebración, o que la víctima tardara días en denunciarlo, no sirvieran para diluir la agresión, ni para darle debilidad a la denuncia, que es algo en lo que todavía tenemos que trabajar mucho. Hay otra cuestión que me parece también relevante y en la que no hay que dejar de incidir: la condena social. Es la puerta para que muchas mujeres se atrevan a denunciar. 

Ana María Aba Catoira es profesora de Derecho en la UDC y miembro de la Red Feminista de Derecho Constitucional