
Creo que el partido se resume fácil: al igual que en la ida en Ferrol, se vio que si se le permite al ESBVA jugar físico, tiene muchas ventajas. El Baxi no pudo jugar con la gente grande dentro cómo quería y nos castigaron con las exteriores. El partido parecía que iba donde queríamos, pero faltó la continuidad. Ya en el tramo final, la carga de minutos pesó y se vio un bajón físico en el Uni.
Aún así, no se le perdió la cara al partido en ningún momento. Sabíamos que si el arbitraje permitía el contacto, ellas iban a ser las grandes beneficiadas. Como aficionados al baloncesto, la lectura que tenemos que sacar es positiva, no hay ni un solo pero. La grandeza de los equipos se mide en cómo hacen las cosas. Estas chicas solo han perdido un partido en liguilla y dos en la final.
En lo que rodea al baloncesto, hemos ganado en todos los lados. Hacía tiempo que no veíamos a la gente movilizándose así, desde los tiempos del OAR. Ver 200 personas allí en Villeneuve es alucinante. Ese es el premio que se lleva el equipo, nuestro campeonato particular. Desde ya hay que pensar en poner los mimbres para el año que viene.
El mérito de cosas como la entrada de Elena Baldonedo en el último cuarto es para el entrenador. Elena es muy importante para el equipo a la hora de entrenar, y tenerla es una maravilla. Es un detallazo de Lino, y Elena podrá decir que ha jugado una final europea.
El Baxi tendría que intentar trabajar un poco más con la cantera y potenciar el buen momento. Somos de una ciudad de surf y pocas veces vienen buenas olas, así que hay que aprovechar el buen momento. Es difícil competir económicamente, pero creo que este es el camino que nos llevaría a mantener el momento en el tiempo.