Verstappen saca oro de un vergonzoso error de Norris

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

Thaier Al-Sudani | REUTERS

El campeón del mundo logra la pole en Arabia Saudí por solo diez centésimas sobre Oscar Piastri, tras una sesión de clasificación que dejó a Sainz sexto y a Alonso decimotercero

19 abr 2025 . Actualizado a las 22:48 h.

Max Verstappen volvió a confirmar que será él, y no otro, el que aproveche los errores que en McLaren están empeñados en cometer. Ver a Lando Norris contra el muro del circuito de Yeda en una clasificación que tenía, más o menos, controlada es todo un síntoma de lo que está pasando en esta Fórmula 1: al equipo con el mejor coche le va a tocar elegir quién debe ser su líder, porque el que va primero en la general se resquebraja a la mínima que nota la presión.

Fue lo más destacado de una sesión clasificatoria en la que Carlos Sainz superó a Alex Albon, lo que le da una nueva oportunidad de sumar puntos, y Fernando Alonso se quedó muy lejos de poder pasar a la Q3. En el caso de Aston Martin, ya no es noticia que eso ocurra.

La igualdad fue la tónica general de esta clasificación ya desde los primeros minutos. La mejor prueba es que entre Norris y Piastri, que dominaron de inicio como se preveía, apenas pasaron penurias. Sorprendentemente tampoco los españoles, dentro de lo que se espera en sus respectivos contextos.

Como no podía ser de otra manera, no faltaron los incidentes en un trazado tan estrecho. Alpine fue doblemente protagonista en este sentido, porque Hadjar le dio un visible beso a una de las curvas más complejas del circuito, y después, en esta ocasión no por toque, con Gasly como foco después de que le dejaran una manta calentadora de las ruedas enganchada. Pese a estos incidentes y algún que otro susto —Albon se dio fuerte golpe contra el muro exterior de la curva 15, Hamilton no marcó su vuelta buena hasta el final y Leclerc se quedó demasiado cerca de no pasar el corte—, fue una tanda relativamente tranquila.

Los eliminados fueron Stroll, Doohan, Hulkenberg, Ocon y Bortoleto, nadie fuera de las sorpresas, con el brasileño dejando un artístico trompo al final cuando pretendía jugársela para cruzar a la Q2.

Verstappen, la mosca detrás de la oreja de McLaren

Norris repitió como el más rápido en la Q2, pero ni mucho menos de manera tan cómoda. El británico vio cómo Verstappen se quedó a menos de media décima de su crono, relegando a una tercera plaza de esta tanda a un Oscar PIastri que no acabó de dar lo que se esperaba de él. La relevancia de esta sesión es la que es, toda vez que fue una declaración de intenciones clara del campeón del mundo de cara al reto final del día.

Con la temperatura en el circuito estabilizada y, por tanto, sin esa posibilidad de una hora feliz que les hiciese rebajar sus tiempos de manera vertiginosa, prácticamente fue imprescindible hacer una vuelta buena antes.

Para los españoles hubo cara y cruz. Por un lado, Carlos Sainz pasó a la Q3 con relativa comodidad, mientras su compañero Alex Albon se quedó fuera. El tailandés había tocado un muro instantes antes, por lo que su Williams no iba demasiado fino. También cayeron Lawson, Alonso, Hadjar y Bearman. Cero sorpresas ver en esa lista al asturiano, cuyo Aston Martin da para lo que da.

Norris acaba contra el muro

Muy tranquila estaba siendo la sesión clasificatoria, especialmente para Norris. Tal era así, que se pasó de cómodo y acabó contra el muro. El británico volvió a fallar en el momento clave. Bien por la presión de tener muy cerca a Verstappen y a su propio compañero Piastri, bien porque a la hora de la verdad se rompe casi siempre, el aún líder del Mundial se fue de manera bochornosa contra el muro de Yeda. Entró muy fuerte en una de las curvas, perdió el control y tanto su coche como de sus vergüenzas acabaron estrellados. Las caras de pocos amigos de los mecánicos resumían todo.

Con la reanudación, Verstappen olió sangre y, como no podía ser de otra manera, hincó el diente. Le costó, eso sí: solo diez milésimas evitaron que Piastri dejara con la miel en los labios al tetracampeón del mundo, que nuevamente se presenta como el único en batir a los coches papaya.