
Un voleón del uruguayo descerraja a un pétreo rival en el descuento y mantiene a los blancos en la pelea por la Liga
21 abr 2025 . Actualizado a las 00:08 h.Federico Valverde salió este domingo al rescate del Real Madrid demoliendo en el descuento la muralla del Athletic y manteniendo con ello a su equipo vivo en la pelea por la Liga. Cuatro días después de decir adiós a la Champions, el conjunto de Chamartín se agarró con fuerza al torneo de la regularidad firmando con épica un triunfo merecidísimo para el que tuvo que dejarse el alma. Los blancos derrocharon entrega, pusieron sobre la mesa el fútbol que tanto venían echando en falta y coleccionaron llegadas, pero se toparon una y otra vez con una roca. El cuadro de Ernesto Valverde apeló a ese carácter impenetrable que le ha permitido instalarse en puestos de Champions con la mejor defensa del campeonato y aguantó las continuas acometidas de los hombres de Carlo Ancelotti hasta que apareció casi en el último suspiro el halcón uruguayo para descerrajar a Unai Simón con un voleón tremendo. El charrúa sacó a relucir su fusil para sellar un Domingo de Resurrección que permitió al Santiago Bernabéu reconciliarse en parte con la tropa de Carlo Ancelotti tras la hecatombe europea.
La respuesta de Carletto a la tempestad desatada por la eliminación del Real Madrid en la Champions pasó por buscar refugio en la fórmula que tan bien le protegió el curso pasado. Sin Mbappé, sancionado y lesionado, el italiano recuperó el rombo mentiroso en la sala de máquinas para un partido que tuvo aroma a ensayo general de cara a la final de la Copa del Rey. Vinicius y Rodrygo conformaron la vanguardia, con Bellingham como enganche y Tchouaméni ejerciendo de ancla en el centro del campo mientras Ceballos y Modric se erigían en las principales arterias por las que debía fluir la sangre de una escuadra a la que le han faltado glóbulos rojos. Atrás, otros dos centrocampistas, Valverde y Camavinga, oficiaron como laterales, enésima prueba de que ni Lucas Vázquez ni Fran García convencen.
A semejante batallón opuso Valverde un pelotón remodelado casi al completo. Solo Berenguer repitió respecto al once que plantó cara de entrada el jueves al Rangers en la Europa League, signo de la profundidad de plantilla de un Athletic al que su desahogo liguero permite licencias que no estaban al alcance de su apurado oponente.
Llegaba a la cita sin red el Real Madrid y enrabietado por la debacle ante el Arsenal, lo que permitió ver a un equipo intenso, concentrado y ambicioso desde el primer momento. Quien mejor personificó esa mejoría en la actitud fue Vinicius, que lideró las embestidas iniciales de los locales, aunque sin filo. Asumió un papel reactivo el Athletic frente al empuje de los blancos, que tomaron el mando territorial pero sin generar peligro a un adversario estupendamente pertrechado atrás. Cerraban bien los espacios los leones, que demostraron su carácter casi inabordable permitiendo solo un remate a puerta en toda la primera parte a raíz de un saque de esquina y convirtieron en estéril el abrumador dominio de la posesión por parte de los hombres de Ancelotti al intermedio.
Premio a la fe Necesitaba afilar el colmillo el conjunto de Chamartín, al que de nada le servía el empate para seguir luchando con el Barça. Subieron por ello la agresividad los blancos, que acariciaron el gol con un tiro esquinado de Rodrygo nada más reanudarse el duelo al que le faltó un punto más de rosca e inmediatamente después con un disparo de Camavinga que Unai Simón repelió a córner. Aunque el Athletic mantenía su disposición rocosa, el Real Madrid agitaba el pleito siendo mucho más incisivo. Trató de reforzar ese espíritu Ancelotti regresando al 4-3-3 con la salida de Ceballos y la entrada de Endrick, al que se le escapó un control en su primera acción tras un pase magistral de Modric que podría haber dejado mano a mano al brasileño con Unai Simón. Salió al rescate del Athletic el cancerbero tras un centro con el exterior de Vinicius que cabeceó de forma imponente Bellingham, antes de que Ernesto Valverde apelase a su lujosa tropa de reservistas en busca de aire fresco.
Lo necesitaba el cuadro vasco, al que el Real Madrid asediaba ya por tierra, mar y aire. Percutían con insistencia los blancos, que pisaban área con cierta frecuencia y también cañoneaban desde la larga distancia. Tuvieron que multiplicarse los zagueros del Athletic, con Paredes como figura destacada para impedir que Bellingham horadase el muro llegando desde segunda línea. Encontró un resquicio Vinicius, que batió al fin a Unai Simón, pero el tanto quedó invalidado por la influencia de Endrick en la 'salvada' previa de Paredes. No se rindió pese a ello la fe el Real Madrid, que a la desesperada alcanzó el botín que merecía en el descuento con un trallazo de Valverde a la escuadra que mantiene las espadas en alto.
Ficha técnica
Real Madrid, 1: Courtois, Valverde, Asencio (Lucas Vázquez, min. 83), Rüdiger, Camavinga, Tchouaméni, Modric (Arda Güler, min. 78), Ceballos (Endrick, min. 58), Bellingham, Rodrygo (Brahim, min. 78) y Vinicius.
Athletic, 0: Unai Simón, Gorosabel, Paredes, Unai Núñez, Adama (Vivian, min. 87), Prados, Vesga, Djaló (Iñaki Williams, min. 62), Berenguer (Sancet, min. 62), Unai Gómez (Lekue, min. 72) y Guruzeta (Maroan, min. 62).
Gol: 1-0, min 93: Valverde.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a Unai Núñez, Asencio y Prados. Incidencias: Partido correspondiente a la 32ª jornada de Liga, disputado en el Santiago Bernabéu ante 72.535 espectadores.