
Con sus futbolistas sublevadas por la falta de respuestas a su crisis económica, remontó un intenso duelo ante el Poio y se cita con el Melilla
03 may 2025 . Actualizado a las 19:19 h.El Burela FS hace ruido dentro y fuera de la pista. Sus Guerreiras Laranxas muestran su hartazgo por la falta de respuestas a la crisis económica que azota al club desde la pérdida del patrocinio de Pescados Rubén y se reivindican en el Palacio de los Deportes de Cartagena camino de su séptima Copa de la Reina. Tras vencer al Ourense Ontime el viernes y hoy al Poio Pescamar, ahora se citan en la final con el vigente campeón Melilla Ciudad del Deporte Torreblanca (domingo, 16 horas. Teledeporte).
En su presentación en la fase final, la plantilla mariñana tapó el escudo del Burela FS en el posado previo a la victoria por 5-0. Luego la portera Caridad García, MVP en los cuartos de final, dejó un mensaje contundente: «Estamos felices por superar la eliminatoria, pero pedimos respeto porque somos profesionales y lo hemos demostrado otra vez». «Hay que tratarnos como personas», añadió. Las integrantes del equipo publicaron también un texto común en sus redes sociales acompañado de una fotografía con todas sus camisetas dadas la vuelta: «No más faltas de respeto, nos lo hemos ganado. Patrocinadores y colaboradores, sabemos que sin vosotros no sería posible. A vosotros, ¡gracias! No es lo que hay».
«Viajes en condiciones inadecuadas, ausencia de explicaciones, faltas de respeto por parte de algunas personas del club y retrasos y falta de pagos de los salarios», fueron los motivos que impulsaron la protesta, según un comunicado de apoyo de la Asociación de Jugadoras (AJFSF). Unas circunstancias que no impidieron que el Burela volviese a dar la talla en una intensa semifinal, resuelta por un escueto 1-2.
Un aguerrido Poio Pescamar, otra vez a las puertas de la gloria, se adelantó ya mediada la segunda parte en un saque de banda servido para Laura Uña en el segundo palo, pero la escuadra naranja reaccionó en un rechace capturado por la capitana Dany Domingo y una acción en la que Emilly Marcondes desbordó a su par y resolvió con un zapatazo con la zurda. Las huestes de Julio Delgado, que esta vez se presentaron al partido con el puño en alto cerrado en señal de lucha, vuelven a ver muy cerca un título.
«No vamos contra el club, es por ciertas circunstancias que han pasado fuera, por x personas que nos han hecho las cosas un poquito más difíciles en algunos momentos. Sabemos que este club lleva muchos años apostando por nosotras», apuntó Noelia Montoro ante el micrófono del creador de contenido en redes Carlos López Toro en la víspera de una final contra el Melilla del vigués Gonzalo Iglesias, Morenín, sólido líder de la Primera Iberdrola.