
Adiós entre lágrimas a Ancelotti y Modric, los más laureados del Madrid, en una tarde entregada a la nostalgia y los goles de Mbappé que le acercan a la Bota de Oro
24 may 2025 . Actualizado a las 22:40 h.El Santiago Bernabéu no solo despidió este sábado una temporada gris del Real Madrid, sino que también, simbólicamente, cerró una era dorada. Carlo Ancelotti, el entrenador con más títulos de la historia blanca, y Luka Modric, el futbolista que más trofeos ha conquistado con el equipo de Chamartín, se despedían de un estadio por el que han desfilado algunos de los técnicos y jugadores más grandes, pero ninguno más ganador que ellos.
En el coliseo del Paseo de la Castellana se solapaban dos últimos días ilustres. Ni Carletto se sentará más en el banquillo local ni Luka volverá a ejercer de capitán sobre el césped. Era una tarde de primavera para el recuerdo y la nostalgia, como denotaron los dos tifos desplegados al inicio. Uno en el fondo norte con la figura de Ancelotti y la inscripción «Gracias Carletto»; otro en el fondo sur, que incluía una imagen de Modric y rezaba «Gracias Leyenda».
En el centro del campo, una camiseta con el 10, el dorsal que en los últimos años ha engrandecido todavía más el centrocampista croata. Y en la grada, puesta en pie para una ovación de época, innumerables pancartas, camisetas y bufandas con referencias a dos símbolos del madridismo, en el banquillo y sobre el césped, que decían adiós a la que ha sido su casa en tantas y tantas jornadas de fútbol.
Carletto, que ya anunció en su última rueda de prensa en Valdebebas su predisposición a las lágrimas, aguantó el tipo en el banquillo junto a su asistente e hijo Davide, que inicia su aventura en solitario. Justo en ese momento, Modric resopló sobre el verde. Fue inmediatamente antes del minuto de silencio en recuerdo del recientemente fallecido Rafa Rullán, que también ejerció de capitán, pero de la sección de baloncesto en los setenta y ochenta. El croata evitó el llanto antes del duelo en mitad de la emoción de familiares y amigos en el palco. No obstante, sabía que no era uno más de sus 591 partidos con el Madrid, un registro que convierte al balcánico en el extranjero con más duelos en la historia del club.
El genio de Zadar se soltó en el momento en que el balón echó a rodar. Lo suyo siempre fue el manejo de la pelota. Como tantas veces a lo largo de sus trece campañas en Chamartín, el 10 asumió la batuta de un duelo equilibrado.
Cada vez que apareció por la esquina para botar un córner, como aquel de Lisboa en el 2014 con el que sirvió a Sergio Ramos el cabezazo que cambió el destino de una final de Champions, fue agasajado por la afición madridista. El público incluso pidió que tirase el penalti con el que a la segunda intentona Mbappé se encaramó al liderato en la Bota de Oro, pero Modric, competidor nato, ni se planteó discutir la pena máxima al francés con un objetivo individual importante de por medio.
Pasillo hacia la historia
«Modric, Modric», entonó el Bernabéu en cada ocasión en la que el balón pasó por las botas del croata. El duelo se consumía entre el dominio del Madrid y las paradas de Marrero, que sostenía a la Real. «Carletto, Carlettó», redobló la grada, que también reservó una gran dosis de aplausos para Lucas Vázquez, muy emocionado al ser sustituido y previsiblemente cerrar así un capítulo que ha durado diez temporadas.
El partido se encaminaba hacia su punto culminante cuando Mbappé consolidó aún más su candidatura a la Bota de Oro. Cerrado el encuentro, llegó la hora de despedir a Modric. Se paró el juego y los otros 21 futbolistas sobre el césped formaron el pasillo por el que Luka transitó hacia la historia. Al final del recorrido su esposa, sus tres hijos y una sorpresa, la presencia de Toni Kroos, otra leyenda del Real Madrid que hace un año recorrió el mismo camino.
El abrazo con el alemán fue el símbolo del final de una era. El mejor epílogo posible a un ciclo dorado. Emocionante y merecido homenaje a un tipo que a lo largo de su carrera se ha ganado el respeto de los suyos por su juego, pero también del resto del fútbol por su saber estar.
Modric: «He ganado muchos trofeos, pero el más importante es el cariño»
El homenaje del Bernabéu a dos leyendas se alargó más allá del partido. Tras el pitido final, y como si se tratase de una de tantas celebraciones por la conquista de la Champions que han vivido en el pasado, Ancelotti y Modric se dirigieron desde el círculo central a una parroquia rendida a los suyos.
El italiano fue conciso, fiel hasta el último momento a su estilo siempre sosegado. «Ha sido un honor, ha sido un placer. Quiero agradecer en primer lugar a mi querido presidente, Florentino. Ha sido fantástico entrenar a este grupo de futbolistas, de una calidad fantástica, y compartir con vosotros todos estos momentos», comenzó Carletto, mientras Florentino Pérez se emocionaba en el palco como jamás se recuerda en el dirigente.
«Esta es una historia inolvidable. Nadie puede olvidar los tres goles de Karim contra el PSG, los dos goles de Rodrygo al City, el pase de Modric contra el Chelsea y los dos goles de Joselu al Bayern. Yo tampoco puedo olvidar cada día que he pasado aquí. Hala Madrid y nada más, os quiero mucho. Ciao», concluyó el técnico de Reggiolo, antes de dar paso al 10, prolongación del preparador sobre el terreno de juego.
«Ha llegado el momento que nunca quise que llegara. Ha sido un viaje largo pero maravilloso. Primero quiero dar las gracias al club, al presidente, Florentino Pérez. También a todos los entrenadores durante todos estos años, los compañeros que me han acompañado en este camino y toda la gente que me ayudó. Muchas gracias, de corazón», reconoció el croata.
A continuación recordó a su familia. «Sin ellos todo esto no sería posible», señaló. «Hemos ganado mucho, hemos tenido momentos maravillosos. Muchos trofeos, pero lo más grande que he ganado es el cariño y el amor que me habéis dado todos estos años», explicó.
«No llores porque se terminó, sonríe porque sucedió. Hala Madrid y nada más», cerró su alocución el 10, manteado por sus compañeros antes de que también Ancelotti fuese aupado por el vestuario que ha gestionado con maestría durante las últimas cuatro temporadas. Después llegó la vuelta de honor y el último baño de masas para Modric, primero junto a su esposa y sus hijos, después acompañado por Carletto. Así se cerró una tarde que el Bernabéu difícilmente olvidará.
Ficha técnica
Real Madrid: Lunin, Lucas Vázquez (Jacobo, min 77), Tchouaméni (Vallejo, min 56), Asencio, Fran García, Valverde, Modric (Chema, min 86), Ceballos, Güler, Mbappé y Brahim (Vinicius, min 56).
Real Sociedad: Marrero, Aramburu, Jon Martín, Pacheco, Aihen Muñoz, Sucic (Brais Méndez, min 84), Pablo Marín (Olasagasti, min 46), Turrientes (Zubimendi, min 71), Kubo, Mariezkurrena (Oyarzabal, min 71) y Sergio Gómez (Barrenetxea, min 71).
Goles: 1-0, min 38: Mbappé; 2-0, min 83: Mbappé.
Árbitro: Melero López (Comité Andaluz). Sin amonestados.