June Moreno, del tatami en Pontedeume al Mundial Júnior: «Ya soy toda una experta en hacer maletas, es una vida muy movida»

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

DEPORTES

AD JUDO FERROLTERRA

La promesa de Cabanas apuesta por ir paso a paso y no descuida sus estudios , aunque no oculta que unos Juegos Olímpicos serían la gran meta de su carrera  como yudoca

28 may 2025 . Actualizado a las 18:22 h.

June Moreno (Cabanas, 19 años) empezó con solo siete a practicar yudo en Pontedeume, solo tres años después se marchó a Ferrol con AD Judo Ferrolterra y actualmente vive  en la residencia del Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra y se prepara para acudir al Europeo y el Mundial de yudo después de verano en su último año en categoría júnior.

—¿Cuál es la pelea que más le ha marcado?

—Seguramente la que más me ha dolido fue la final de un Campeonato Gallego infantil, que la perdí y no me clasifiqué para el nacional y recuerdo que me costó bastante asimilarlo.

—Dicen que lee muy bien a los rivales, ¿coincide?

—Yo soy una persona muy emocional e intento abstraerme y verlo todo desde fuera y evitar que las emociones entren conmigo al tatami y así soy capaz de analizar de forma más imparcial lo que está ocurriendo. Ser bastante serena. Es lo que intento.

—¿Cómo es su día a día?

—Ahora mismo estoy en la residencia en Pontevedra, pero aquí mucho tiempo tampoco paso. Estamos todo el día viajando, entre concentraciones y competiciones. Ya soy toda experta en hacer maletas. Es una vida muy movida, aunque no lo parezca.

—¿Le da tiempo a estudiar?

—Sí, sí. Estudio Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y me gusta bastante. Quiero un futuro deportivo, pero también profesional. Ninguno es opción A o B. Quiero ejercer como docente y competir.

—¿Se ve viviendo del yudo?

—Aunque es cierto que hemos ido ganando en visibilidad, sigue siendo difícil conseguir financiación y tengo claro que el yudo se acabará antes que mi carrera profesional. Pueden quedarme dos años como diez y mientras tenga la oportunidad de entrenar a este nivel quiero aprovecharla, pero sin descuidar mi futuro.

—¿Sueña con ir a los Juegos?

—Sí, sí, pero eso está ahora mismo a años luz. Siempre me lo preguntan y creo que es el objetivo de cualquier deportista, pero prefiero ir paso a paso y darle importancia a lo que vivo en el momento y ahora tocan el Europeo y el Mundial júnior y el año que viene irme metiendo ya en las sénior para ver si puedo ir demostrando. Unos Juegos es algo muy grande como para decirlo en alto.

—Tocará currar en verano...

—No creo que pueda estar mucho en casa, pero no lo veo como algo malo. Es mi último año de júnior y no quiero remordimientos. Quiero entrenar e ir a por el Mundial y si lo merezco, sacar medalla. Será un verano movidito, pero por un bien mayor.

—¿Echa de menos su casa?

—Sobre todo, cuando tienes un mal día... echas de menos tu casa. Lo que más me ayuda para desconectar es estar con mis padres y mi hermana. No es el lugar. Es estar con ellos, que son mi pilar.

—¿Es la nutrición un pilar clave en su preparación?

—Sí, sobre todo para quitarte agobios mentales de si llegarás al peso para la competición y es más fácil gestionar todo con calma.

—¿Se maneja bien en la cocina?

—La verdad es que me encanta. Mi madre y mi abuela lo hacen muy bien y me han enseñado. En la cocina sí me gusta estar sola, me relaja mucho y la tortilla me sale de diez.

—¿Alguna canción que le motive?

—Yo para eso soy terrible. Escucho de todo y, a veces, hasta me saltan villancicos cuando voy a salir. Normalmente escucho canciones de las que no me sé la letra para no pensar en ella y no desconcentrarme [ríe].