
De momento, se ve que Xabi Alonso tiene las ideas claras de lo que quiere hacer en el Real Madrid. Aunque no tiene una dilatada trayectoria como técnico, sí exitosa, pero corta, lo vivido como futbolista al más alto nivel le permite no necesitar la experiencia que quizá otros sí precisan para poder llevar a cabo su labor y transmitir su fútbol a sus jugadores.
El hecho de ser mediocentro también le ayuda mucho a la hora de ver el fútbol. Cuando juegas en esa posición tienes una apreciación diferente del juego. Necesitas tener ojos en la nuca, ver e interpretar desde un palmo de terreno todo lo que sucede en el resto del campo. Él también juega con esa ventaja. Y, por encima, ha sido internacional, algo que debe servirle muchísimo. Ahora bien, todo lo que sabe y lo que quiere debe trasladarlo al césped y conseguir que sus futbolistas lo hagan.
Para ello tiene dos dificultades. La primera es que el Real Madrid viene de muchos años con Ancelotti en el banquillo. Con su manera de entender el juego y con unos futbolistas que están habituados a eso. Cambiar eso es difícil. Porque para lo que pretende Xabi se precisa de enorme disciplina tanto en ataque como en defensa. Hay que llevar la iniciativa, pero, al mismo tiempo, ser solidarios.
La segunda desventaja es saber si los jugadores que tiene están dispuestos a ello. Tiene que mentalizarlos. Luis Enrique, en el PSG, y Hansi Flick, en el Barcelona, han conseguido trasladar sus ideas. Pero no cogieron equipos en los que la mayoría de los jugadores venían de ganarlo casi todo.
Hoy en día, el fútbol ha cambiado muchísimo. No llega con ser un jugador talentoso. También precisas fuerza y talento. Gente guerrillera que lleve la presión muy alta. La andadura de Xabi en el banquillo del Madrid no ha hecho más que empezar. Creo que tiene la idea clara. Otra cosa es que logre.