
Para mí, está claro que Tadej Pogacar mostró un gran nivel en su victoria en el Dauphiné, que, en mi opinión, lo convierte en el máximo candidato en ganar el Tour. Es cierto que Vingegaard lo hizo de maravilla tanto en la crono como el día en el que llegó al esprint, pero todo apunta a que el esloveno estará por encima.
Veo muy complicado que algún otro ciclista pueda entrometerse entre ellos, creo que son los ciclistas que marcan la diferencia en este Tour de Francia. En el Dauphiné, vi fino a Remco Evenepoel y con menos peso que otras veces, por lo que pensé que estaría a más nivel en la montaña. Al final, se le atragantó. En la última etapa de montaña, Remco estuvo mejor, pero lejos de los dos favoritos.
Pogacar ha demostrado su superioridad muchas veces; tanto gana una carrera de una semana, como una clásica o el Campeonato del Mundo. Es el que marca la diferencia. Es cierto que Vingegaard es un corredor de fondo, pero no lo veo tan completo como el esloveno. Es más, creo que fue un golpe duro en lo psicológico no poder aguantarle a Pogacar en la montaña.
En el Tour siempre hay sorpresas y te puedes esperar cualquier cosa. Lo más interesante, de todos modos, va a ser el duelo entre Pogacar y Vingegaard, con sus respectivos equipos detrás. Jonas tiene sed de revancha. Habrá que ver la estrategia entre ambos bloques, veremos si hay un tercero.
En cuanto a la participación española, veo complicado que alguno sea capaz de meterse entre los diez mejores en la general. Me gustaría, pero lo veo difícil. Iván Romeo podría meterse ahí, pero es muy joven y todavía le falta mucho. El Tour es muy duro: tres semanas a tope, con mucho calor y con un pelotón lleno de ciclistas que van al cien por cien. El nivel es tan alto que hay que ir con todo para poder finalizar la carrera. Ojalá pueda haber sorpresa. Igual que en el Giro, donde vimos a un Ayuso que demostró que podía estar ahí.
Suso Blanco Villar (Rois, 1963) fue ciclista profesional y ganador de tres etapas de la Vuelta a España.