
La junta directiva de la RFEF prescinde de la asturiana y vuelve a mirar a casa para elegir a la entrenadora vallecana, doble campeona continental con la sub-19 y hasta ahora al frente de la sub-23
11 ago 2025 . Actualizado a las 17:42 h.Tal y como estaba previsto, la junta directiva de la Federación Española de Fútbol ha acordado en su reunión telemática de este lunes no renovar el contrato de Montse Tomé, cuyo vínculo al frente de la selección femenina absoluta expiraba el próximo 31 de agosto. Su sustituta será la madrileña Sonia Bermúdez, doble campeona de Europa a los mandos de la sub-19 y hasta ahora al frente de la sub-23. A Bermúdez le acompañará como segunda la bilbaína Iraia Iturregi, exjugadora y entrenadora del Athletic. Además, David Aznar, actual entrenador del equipo vizcaíno, se hace cargo de la sub-18 y la sub-19, y la conquense Milagros Martínez será la preparadora de la sub-17.
Montse Tomé estaba condenada casi desde el primer día, desde que en septiembre del 2023 se convirtió en la primera mujer en ocupar ese cargo. Un nutrido grupo de internacionales no le perdonaban su pasado, sobre todo haber ejercido como segunda entrenadora de Jorge Vilda en el Mundial de Nueva Zelanda de ese verano. Pasó a liderar la selección femenina tras la dimisión obligada de Luis Rubiales por el escándalo de su beso no consentido a Jenni Hermoso y con Pedro Rocha al frente de un organigrama federativo en plena transición.
Seguramente, ni siquiera haber conquistado la Eurocopa le hubiera supuesto a Montse Tomé el premio de la renovación. En sus dos años al frente de La Roja femenina, conquistó la Liga de Naciones y no cumplió las expectativas generadas al terminar cuarta, tras perder en la lucha por el bronce ante Alemania, en los Juegos Olímpicos de París. En el reciente certamen Europeo, España partía como favorita y se presentó en la final, pero en la cita decisiva de Basilea perdió ante Inglaterra por penaltis. Con la asturiana, nunca llegó la calma absoluta al banquillo femenino. Su decisión más controvertida fue la de prescindir de Jenni Hermoso, víctima del agresor Rubiales e icono de la lucha por la igualdad del fútbol femenino.
Con Sonia Bermúdez, una mujer de la casa con poca experiencia en los banquillos, el equipo de gobierno que preside Rafael Louzán hace una apuesta continuista, y más bien de perfil bajo. La buena relación de la vallecana con muchas de las actuales internacionales, con las que compartió vestuario en clubes y selección, ha hecho que resultase elegida en detrimento de José Luis Sánchez Vera, exentrenador de la Real Sociedad, con una trayectoria más dilatada. Bermúdez tenía el aval de Reyes Bellver, la máxima responsable del fútbol femenino en la RFEF.
Comprometida con la igualdad
También se llegó a especular con la posibilidad de que la plaza que ahora deja vacante Tomé la ocupase la mítica neerlandesa de 55 años Sarina Wiegman, primera futbolista en categoría masculina y femenina en llegar a los 100 partidos internacionales y ganadora de tres Eurocopas más recientes, una con Países Bajos y las dos últimas al frente de Inglaterra.
La nueva seleccionadora es una mujer de fuerte carácter, muy comprometida con la igualdad en el deporte. Tras estallar el caso Rubiales, fue una de las firmantes del comunicado de parte del equipo técnico en el que condenaron la conducta del expresidente con Jenni Hermoso y denunciaron su incomodidad por tener que asistir de forma obligada a la asamblea federativa del 25 de agosto. Allí, varias integrantes del staff técnico federativo tuvieron que colocarse en primera fila, exponiendo su imagen y como si dieran a entender que aceptaban la tesis de Rubiales. Sonia Bermúdez asumió su responsabilidad respecto a la reestructuración y profesionalización de la selección femenina y llegó a poner su cargo a disposición.
Pero quién es en realidad Sonia Bermúdez, una profesional que a lo largo de su historia supo combinar la cultura del esfuerzo con el arte como delantera. Su legado como goleadora y líder se traslada ahora al banquillo, donde presenta una carrera corta, pero prometedora. Esta vallecana de 40 años ejerció en las categorías inferiores con la idea de inculcar pasión, disfrute y guiar a las nuevas generaciones desde la empatía y la exigencia.
Su nombre ha estado ligado a una impronta competitiva desde niña. Empezó jugando con chicos, y esa dureza temprana forjó su carácter. «Tuve que hacer una carrera con el chico más rápido y, para ser admitida al 100 %, había que ganar», recordó en una entrevista en El País. Califica aquella etapa como feliz y formativa, y reivindica ese «fútbol callejero» como clave para aprender a regatear y mantener el balón, habilidades que desarrolló en el terreno de juego, al mismo tiempo que denunciaba la precariedad de la época, compatibilizando entrenamientos, trabajos en cafeterías o incluso en un matadero. Soni, como así se le conoce en el mundillo, se convirtió en una de las figuras más destacadas del fútbol femenino español. Jugó en clubes como Estudiantes de Huelva, Sabadell, Rayo Vallecano, Barcelona (en dos etapas), Western New York Flash, Atlético de Madrid y Levante.
Corta transición del campo a los banquillos
Su palmarés como jugadora es notable, con nueve Ligas españolas y tres Copas de la Reina, sumando títulos en Rayo, Barça y Atlético. Además, fue Pichichi cuatro temporadas consecutivas, entre el 2011 y el 2015. Solo en el Barça selló 123 goles en 141 partidos oficiales, lo que la convirtió durante años en la máxima goleadora histórica del club hasta ser superada por Jenni Hermoso y Alexia Putellas. Fue internacional con España en 63 partidos, con 34 goles anotados. Formó parte del histórico equipo que en el 2015 jugó su primer Mundial. En aquella selección, dirigida por Ignacio Quereda, ya estaban Irene Paredes, Alexia Putellas y Jenni Hermoso. Antes de retirarse en 2020, tras una prolongada y exitosa carrera de veinte años, ya había empezado a trazar su futuro como técnica.
La transición del césped al banquillo fue rápida. En el 2021 se estrenó como entrenadora del equipo cadete femenino del Real Madrid y un año más tarde ingresó en la FEF para ser nombrada seleccionadora sub-15. Al frente de la sub-19, logró dos títulos europeos consecutivos en el 2023 y en el 2024. En la actualidad dirigía a la sub-23, el puente hacia la absoluta.