
El líder de moto GP es el más rápido en los entrenamientos del Gran Premio de San Marino por delante de la armada italiana y de su hermano Álex, quinto
12 sep 2025 . Actualizado a las 19:41 h.Aunque solo sea un viernes, el primer puesto de Marc Márquez en la práctica de moto GP es especialmente valioso. Por una parte, porque solo hizo un intento de vuelta rápida con el que consiguió un tiempo que le situaba de sobra en la Q2, el objetivo real de esa sesión vespertina de entrenamientos. Se ahorró así un intento más de ataque al crono y un juego de neumáticos blandos, y eso sin que nadie le inquietara en el liderato de la clasificación.
Por otro, porque batió en casa a la armada italiana, que además del apoyo del público tienen el factor cancha de que conocen cada milímetro de la pista porque los pilotos de la Academia de Valentino Rossi entrenan habitualmente en el circuito de Misano con motos de calle.
Por detrás de Márquez se situaron Marco Bezzecchi, con mucho ritmo con la Aprilia, Franco Morbidelli, que se mostró especialmente competitivo este viernes liderando incluso el FP1 de la mañana por delante del de Cervera, y un Pecco Bagnaia que parece que aquí en Misano (dónde si no) sí ve la luz al final del túnel. A Marc no le pilló por sorpresa la competencia de los pilotos locales: «Aquí han salido todos los italianos con otra mentalidad. Es el efecto campo. Nos pasó en Cataluña a mí y a Álex. No sabes por qué, porque sales con las mismas ganas, pero tienes ese extra de confianza y arriesgas un poquito más. No es solo Pecco sino que también Bezzecchi, Morbidelli y Di Giannantonio han salido con otro ritmo, y estamos ahí con ellos».
Más que con ellos, Marc Márquez terminó por delante de ellos, colgándose el cartel de favorito del fin de semana con naturalidad. «Soy el que mejor ritmo tengo así que, de momento soy el favorito y no lo puedo negar». Por detrás del ilerdense y de la armada italiana se situó Álex Márquez, quinto este viernes y sin ese plus que se le vio en Montmeló.
Jorge Martín vuelve a la Q2
Como todos los viernes, el objetivo prioritario es acabar entre los diez primeros puestos en la práctica de la tarde que son los que dan acceso directo a la Q2. Ahí se colaron con más margen del habitual las dos Honda oficiales de Joan Mir, sexto a pesar de una dura caída que le llevó directo al centro médico, y de Luca Marini, séptimo y otro con el factor cancha a favor. Y octavo finalizó un Jorge Martín, que se aprovechó de la rueda de su compañero Bezzecchi para colarse en la Q2 por segunda vez desde que regresó de su lesión.
Un resultado que desató la euforia especialmente en el box de Aprilia y que demuestra que cada paso adelante que da el campeón del mundo se celebra como una victoria. «Es de agradecer llegar al box y ver a todo el mundo aplaudiéndote, porque no solo es mi trabajo, es el de todos. Estamos haciendo pasos adelante cada día. Durante el progreso hay días buenos y días malos, pero es importante que la gráfica sea ascendente y lo está siendo, eso es obvio. Cada vez me estoy encontrando mejor con la Aprilia y me siento más yo encima de la moto», reconocía el piloto madrileño, demostrando que ya es historia las discrepancias que tuvieron hace meses.
Los otros dos puestos que cerraron su pase directo a la Q2 fueron Pedro Acosta, noveno y siendo el único representante de KTM que lo logró, y Fabio Di Giannantonio, para alegría de la escudería VR46 que tuvo en su box al capo del equipo, Valentino Rossi. La única marca que no tuvo representación en ese top 10 fue Yamaha, con un duodécimo de Fabio Quartararo como mejor representante. La marca japonesa estrena este fin de semana una nueva y revolucionaria moto GP, con un nuevo motor con los cuatro cilindros en V en lugar de en línea, la configuración tradicional de Yamaha y que, de momento, solo está utilizando el probador de la fábrica, Augusto Fernández. El balear demostró que la nueva moto, que no llegará al box oficial hasta la próxima temporada, es ya muy competitiva con un 19º puesto a seis décimas de Quartararo y por delante de las Yamaha de Álex Rins y Miguel Oliveira.