El deporte, una vía para integrar a niños y familias en riesgo de exclusión social: «Es una estrategia muy potente»
DEPORTES

El proyecto Escolas Deportivas Na Pegada empezará a rodar en octubre, trabajando con 65 menores en la Sagrada Familia
18 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El centro social de la Sagrada Familia se prepara para acoger un nuevo proyecto deportivo en el que lo importante no serán las cualidades de los participantes. El próximo día uno de octubre abrirá sus puertas a cerca de 65 niños que encontrarán en el deporte una vía de integración. Eso es lo que busca la iniciativa Escolas Deportivas Na Pegada, presentada este miércoles en A Coruña y que colaborará estrechamente con el proyecto Familia Educa de Cáritas. «Lo más importante de estas actividades es que le sirvan a los niños para integrarse en esta sociedad. A ellos, y a sus familias. El deporte, y lo que lo rodea, une mucho», explica Ramón Iglesias, impulsor de este proyecto.
«Desde el primer momento entendimos que ofrecer deporte va más allá del ejercicio físico. Es algo fundamental desde el punto de vista de la salud, pero mucho más desde la perspectiva socio-educativa y de integración. El 83 % de las familias son extracomunitarias. Integrar a los niños no es solamente que sean capaces de responder a los estándares y pasen de curso. También es facilitarles el proceso de identidad, de participación y de sociabilización. El deporte colectivo es una estrategia muy potente de integración para ellos y para los padres», remarca Pilar Farjas, directora de Cáritas Diocesana de Santiago.
En el último año 320 niños y 250 familias participaron en Familia Educa. Una actividad muy consolidada que, ahora, estará vinculada estrechamente con este proyecto mucho más específico. Iglesias destaca que se han marcado un tope de entorno a 65 niños en las tres modalidades deportivas que albergarán: fútbol, baloncesto y yudo, en las que se contarán con entrenadores especializados en la materia y un polideportivo recién renovado.
Apoyo al núcleo familiar
Comenzarán a trabajar con niños en edades desde los seis a los once años dos días a la semana. Lo harán siguiendo un modelo implantado en la Fundación Brafa, de Cataluña. «Tienen un proyecto llamado BChampion. Ahí se trabaja una serie de competencias por quincenas con los niños. No es solo un trabajo deportivo, sino también humano. Están en una pista, en un vestuario, y en un entorno en el que hay cosas que hacer. Desde llevar los balones, a recogerlos, o sacar los petos. Cosas ordinarias. Se les comunica lo que le toca hacer a cada uno y, a los quince días, se puntúa cómo lo han hecho y se les va enseñando a hacer ese tipo de cosas. Al finalizar cada trimestre trasladan esa información a las familias para que estas puedan ponerles unas tareas en casa. Es un apoyo a que el núcleo familiar esté más firme», explica Iglesias.
Para ello han repartido a los niños en tres grupos de edad (seis y siete; ocho y nueve; diez y once) y han establecido una programación en cada deporte para que se vaya cumpliendo cada trimestre, sirviendo como apoyo a lo que propone Familia Educa.
«La acogida está siendo muy buena. Queremos que las familias estén a gusto, cómodas, con la normalidad que deben tener; que los niños se integren y crezcan», resume Iglesias. Farjas, por su parte, incide en la importancia de este tipo de actividades, que utilizan el deporte como una palanca de integración: «La escuela es insuficiente en el proceso de integración comunitaria de los niños. No vale con que solo vayan al colegio. Salen de ahí y después, ¿qué? Si no tienen ninguna estructura de apoyo... Son familias inmigrantes no integradas socialmente. Hacemos de palanca de integración».
Eliminar barreras
Los niños contarán con todo el material, equipaciones para entrenar y ropa deportiva para los partidos que van a disputar. «Cáritas está detrás para apoyarles, de manera que las dificultades económicas no interfieran en la posibilidad de participación deportiva de, en este caso, los niños. Equipamientos, viajes... Queremos eliminar el factor económico como uno que interfiera en el proceso educativo y de integración social de los niños», comenta Farjas. Una manera de eliminar cualquier tipo de barrera o comparación con otros compañeros y rivales.
«Van a ver al Dépor, hacen excursiones, visitan museos... y ahora van a practicar deporte y a formar equipo. Eso provoca que hagan amigos, que aprendan a convivir, etc. Todo lo que supone el normalizar la vida. De ropa, de estilo, de conducta...», añade.
En las Escolas Deportivas Na Pegada no se ponen metas de trofeos como otros clubes. La integración de niños de familias con pocos recursos es lo primero de todo. El objetivo que realmente importa.