Sainz aprovecha el lío para conseguir una memorable segunda posición en la parrilla de Bakú
DEPORTES
Verstappen sale desde la pole por delante del madrileño, que se vio beneficiado por varios accidentes; Alonso saldrá undécimo, justo delante de Hamilton
20 sep 2025 . Actualizado a las 17:34 h.Si la suerte favorece a los valientes, Sainz merece convertir el 2º puesto de este sábado en la clasificación del GP de Azerbaiyán en, al menos, un podio. La jornada de este sábado fue más parecido a la legendaria boda roja de Juego de Tronos que a una sesión de automovilismo. Cinco banderas rojas, varios coches contra el muro y McLaren fallando de manera clamorosa en el primer fin de semana en el que podrían —y, sobre el papel, pueden aún— proclamarse campeones del mundo de constructores.
El que pudo aprovechar y no lo hizo fue Fernando Alonso. El asturiano saldrá 11º después de verse rozar la Q3 de manera totalmente imprevista después de lo visto este viernes. Las opciones españolas pasan por un Sainz que se reivindicó y que debe rematar este domingo después de una jornada en la que volvió a demostrar una inteligencia para ver las situaciones de pista por encima de la media.
Q1: Tres banderas rojas como aviso
Los problemas con los que comenzó la clasificación del GP de Azerbaiyán fueron todo un prolegómeno perfecto para lo que se verá en la carrera de este domingo, salvo sorpresa. Hasta cuatro banderas rojas se vieron en la pista azerí, en la que además volvió a quedar retratado un problema endémico de esta fórmula 1: qué hacer cuando un piloto provoca la paralización de la sesión con una bandera amarilla o roja.
Todo vino porque, como era de esperar, los muros pasaron factura a los competidores. Hasta tres veces se detuvo la sesión con sendas banderas rojas, a saber: Albon, nada más comenzar, Hulkenberg, según se reanudó y justo al final Pierre Gasly, cuyas luces despistaron a su compañero, un Franco Colapinto al que cuesta cada vez más justificar incluso por sus fans más acérrimos. Los parones constantes y el miedo a quedarse fuera obligaron a muchos a tomar el doble de precauciones. Así, los primeros clasificados (Norris, Verstappen y Leclerc) respiraron al verse salvados enseguida, mientras por detrás pilotos como Fernando Alonso o Carlos Sainz sudaban un poco más. Los dos españoles salvaron los muebles, no así Colapinto, Hulkenberg, Ocon, Gasly y Albon.
Q2: Alonso y Hamilton, fuera
Visto lo ocurrido la primera tanda, en la segunda no hubo tantos problemas pero sí la misma tensión. Los pilotos vieron cómo sus opciones de hacer un primer intento bueno se fueron al traste cuando Ollie Bearman tocó ligeramente el muro con la trasera de su Haas. El viento, muy protagonista en esta jornada ya desde los libres, puso un ingrediente extra en esta salsa.
Los golpes previos no frenaron el ímpetu de algunos pilotos, caso de un Leclerc que tocó el muro pero, en su caso, con suerte porque no le afectó demasiado y pudo clasificar en una razonablemente cómoda 6ª plaza. Todo parecía que iba a ser favorable para Alonso, pero en el último momento mejoró Tsunoda y le dejó fuera junto a un Hamilton que, tras ser el más rápido este viernes, esperaba algo más. Este tampoco será su fin de semana. Quedaron fuera por tanto Alonso, Hamilton, Bortoleto, Stroll y Bearman.
Q3: Solo Verstappen evita la pole de Sainz
Después de todo lo ocurrido en esta clasificación, la Q3 no iba a ser tranquila, obviamente. El primero en liarla fue Charles Leclerc, que tanto rozó el muro hasta que se estrelló. En la cuarta curva del circuito, con un peligroso contraperalte, perdió el control de su Ferrari y acabó estrellándolo con violencia. A estas alturas, el más rápido era un Carlos Sainz que se vio sorprendido al verse ahí arriba por delante de los no menos sorprendentes Lawson y Hadjar. Para añadir más tensión, la lluvia hizo su tímida aparición.
La lógica apuntaba a que iba a ser otro quien ocupara la pole, pero el sueño del madrileño se mantuvo cuando, nada más reanudarse la sesión, fue el mismísimo Oscar Piastri el que dio con su McLaren contra el muro. Fallo clamoroso del líder del Mundial, que hubiera dejado una oportunidad de oro a Norris para recortarle si el británico no hubiera pecheado con una pobre 7ª posición en parrilla.
Al final, la pole se la jugó Sainz, contra toda probabilidad, con un Verstappen que desde el principio parecía el imbatible. El neerlandés, de hecho, mejoró el crono del madrileño por medio segundo. No le preocupa mucho a Sainz perder esta pole, dado que ni siquiera hubiera contado con estar en esta posición a estas alturas. La oportunidad de oro que tiene para reivindicarse no la puede desaprovechar.