Julián Álvarez lidera la venganza del Metropolitano (5-2)

Óscar Bellot COLPISA

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

El Atlético frena en seco al Real Madrid en un derbi eléctrico que relanza al ejército de Simeone y aplica un durísimo correctivo a las huestes de Xabi Alonso

27 sep 2025 . Actualizado a las 18:50 h.

El Atlético echó este sábado el freno al Real Madrid tras seis jornadas que habían resultado enormemente dichosas para los blancos aplicándoles un durísimo correctivo en un Metropolitano que estaba ávido de venganza (5-2). Dos cabezazos de Le Normand y de Sorloth en una primera parte en la que los locales volvieron a hacer honor a su pasado aviador frente a un rival sin pértiga defensiva y un doblete a balón parado de Julián Álvarez en la segunda mitad sirvieron para bajar a la tierra a la tropa comandada por Xabi Alonso, quien tras dos intentos de asalto infructuosos al recinto colchonero cuando llevaba las riendas del Bayer Leverkusen, tampoco supo encontrarle las vueltas a Diego Pablo Simeone en el primer duelo que mantuvo con el estratega argentino como timonel de los blancos.

Tuvo que ser precisamente Julián Álvarez, protagonista de aquel celebérrimo doble toque el pasado curso en la Champions que sigue haciendo correr tantos ríos de tinta, quien liderase la vendetta del Atlético, que tiró de orgullo, clase y sapiencia para empequeñecer a un líder que se había mostrado intratable hasta la fecha, pero que salió del fortín colchonero con la cabeza gacha. Los picotazos de la Araña y la capacidad de vuelo de los bigardos rojiblancos leyeron la cartilla a un Real Madrid al que no le bastaron los goles de Mbappé y de Arda Güler para sobrevivir a un repaso que relanza al Atlético y agita la pelea por el liderato.

Los onces aportaron más pimienta a un guiso que ya de por sí tenía aroma de sobra. El incombustible Simeone apostó por el discutido Sorloth como socio de Julián Álvarez en la delantera de cara a un duelo que el Atlético encaraba muy exigido por su desventaja respecto al líder de la Liga. Xabi Alonso, por su parte, alistó a Bellingham en detrimento de Mastantuono con el objetivo de nivelar fuerzas en el centro del campo, reconocer la jerarquía del inglés y aprovechar su capacidad para llegar desde segunda línea.

Dispuestas así las tropas, germinó un pleito, como no podía ser de otro modo tratándose de un derbi capitalino, de altísimo voltaje y con un frenético intercambio de golpes. Valiente puesta en escena del Atlético, que golpeó primero haciendo honor a su pasado aviador con Giuliano como piloto y Le Normand como bombardero y volvió a castigar a las debilísimas defensas antiaéreas del Real Madrid justo antes del descanso por mediación de Sorloth. El noruego aprovechó un buen centro de Koke el día en el que el capitán del Atlético igualó el récord de derbis disputados que ostentaba Sergio Ramos y se benefició sobre todo de la tibieza en la marca de dos novatos en estas lides como Huijsen y el gallego Carreras. Por algo Simeone había reivindicado la apuesta por el nórdico apelando a su capacidad depredadora. Modificó los recelos con los que le recibió su parroquia por cariñosos vítores. Así se las gastan los veleidosos ánimos de los futboleros.

Entre medias, los blancos, que se habían visto superados de entrada por la mayor agresividad de los encorajinados soldados del Cholo, consiguieron minimizar daños recurriendo a esa solución tan simple como efectiva que pasa por lograr que Mbappé meta la sexta marcha. Lo hizo Arda Güler, que lanzó en carrera al francés con las consecuencias previsibles. Abrió gas el de Bondy hacia el vértice derecho del área y cruzó con la diestra a la tronera.

Respuesta de manual y partido nuevo porque la igualada concedió aplomo al Real Madrid y rebajó la efervescencia del Atlético. A los locales comenzó a pesarles en el ánimo la proverbial capacidad para transitar que tiene su adversario y encima Le Normand colaboró en la remontada a los blancos con un mal despeje que acabó con recuperación de Mbappé, colada de Vinicius por la izquierda y pase atrás del brasileño para que Arda Güler activase su zurda de seda.

Griezmann pone la guinda

Había quedado sobradamente acreditado, en cualquier caso, que el Real Madrid tenía un problema descomunal cada vez que el Atlético colgaba un centro. Y si el VAR salvó a los blancos de un destrozo mayor cazando un remate con la mano de Lenglet tras un córner botado por Julián Álvarez, no hubo auxilio posible cuando Arda Güler golpeó la cabeza de Nico González en su intento por achicar agua mientras el cuero volvía a sobrevolar el área de Courtois. Ajustició desde los once metros Julián Álvarez, que disparó seco y a la derecha para desquitarse de lo sucedido en marzo con Szymon Marciniak portando el mazo.

Giraba de nuevo el viento, lo que llevó a Xabi Alonso a meter el bisturí dando entrada a Camavinga y a Mastantuono. Pero los relevos no mitigaron un ápice el ardor del Atlético, que buscó con ahínco el cuarto. Lo retrasó por dos veces Courtois, pero ni el gigante belga pudo impedir que Julián Álvarez consumase la venganza sellando un gol antológico a balón parado. Por ahí también se desangró un Real Madrid al que el Atlético le dio un monumental repaso, con Griezmann poniendo la guinda.