
Primero y cuarto en los libres, el asturiano muestra una gran competitividad que aún tiene que refrendar en la clasificación
03 oct 2025 . Actualizado a las 19:23 h.Singapur comienza con relativo optimismo para los intereses españoles. Y es que después del Gran Premio de Azerbaiyán que culminó con el podio de Carlos Sainz, la cita en Marina Bay arranca con un viernes que dejó un mejor tiempo y un cuarto para Fernando Alonso en cada una de las dos sesiones. Ya ha ocurrido en varios circuitos este año: cuando se necesita un coche más alto es donde el AMR25 da el «do» de pecho.
En Singapur, como ocurre en todos los trazados urbanos, lo bacheado del asfalto obliga a levantar un poco más que en otros circuitos la suspensión del monoplaza. Y eso es maná del cielo para los coches verdes, que ven cómo la aerodinámica (su talón de Aquiles) pasa a un segundo plano. Los primeros libres dejaron a Alonso con el mejor tiempo de la sesión logrado muy temprano. Esa es otra de las grandes noticias para él que deja este viernes: los cronos competitivos llegaron muy pronto en llegar. Restaban 45 minutos en los primeros libres aún cuando Alonso ya comandaba la sesión. Todo apuntaba a que iba a ser un espejismo, pero en la segunda tanda se repitió la competitividad del asturiano, y de Stroll.
La tanda nocturna, que es la real en términos de ensayos de carrera, se disputó a trompicones. Muchos pilotos forzaron los límites, lo que en un circuito urbano como el de Marina Bay implica accidentes. George Russell, por ejemplo, dio contra las protecciones de la curva 16 rompiendo su alerón delantero mientras al rato hiciera lo propio Liam Lawson en la curva 17 (aquella de infausto recuerdo para Nelson Piquet Jr., excompañero de Alonso y actual cuñado de Max Verstappen).
Incidentes previsibles en este trazado, lo que unidos a un susto en boxes, mucho más extraño, generaron una sesión con varios sobresaltos. En este caso, Leclerc salió con demasiado optimismo y golpeó a Norris, para cabreo de ambos que se echaron la culpa mutuamente. Con estas circunstancias, Oscar Piastri aprovechó para quitarse rivales de delante para hacerse con el mejor crono, aunque fuera un tanto irreal. Ni él es tan superior, ni Isack Hadjar tiene coche para acabar en segunda plaza por delante de Verstappen, ganador de las últimas dos carreras. En cuarta plaza de esta segunda tanda, el sorprendente Alonso: si verle como el más rápido por la mañana era sorpresivo, no menos hacerlo cuarto en esta tanda vespertina. El sexto tiempo de Stroll refrendó lo que parece una certeza de este fin de semana: Aston Martin va mejor de lo esperado.
¿Es real este rendimiento?
Alonso prefiere ser cauto. «En las dos sesiones estamos en el top-4, es el mejor viernes hasta ahora. Pero son programas diferentes y tandas diferentes entre los diferentes coches y no es la primera vez que sucede, así que el test real es la clasificación. Aunque somos más optimistas.», dijo sonriente pero consciente de que puede venir Paco con las rebajas en la tanda definitiva. Todo lo que no sea verlo en la Q3 en la clasificación será una decepción notable, visto lo sucedido este viernes.
Sainz, con ganas de más
Carlos Sainz llega exultante tras el podio de Bakú, y con ganas de más. El coche de Alex Albon, su compañero, tuvo un problema en los frenos que hizo salir una llamarada de su Williams, algo que le ha puesto en alerta, pero el 8º crono del madrileño justo por delante de los dos Ferrari le ha hecho salir del trazado satisfecho.
No obstante, se sintió más cómodo por la mañana que por la tarde, y eso no es buena noticia. «El set-up que escogimos en la segunda sesión no me gustó y habrá que revertirlo y volver hacia los reglajes de la primera sesión para tener más confianza», pidió un Sainz que volvió a padecer «los problemas habituales con el neumático blando», que apunta a ser el neumático primario para la carrera. Habrá que esperar a que este sábado se cumplan las expectativas, tanto de Alonso como de Sainz.