Batacazo del Barça en el Pizjuán y pérdida de liderato (4-1)

Daniel Panero COLPISA

DEPORTES

Raúl Caro | EFE

Los culés cayeron en el peor partido de la temporada y se marchan al parón tras dos derrotas seguidas y malas sensaciones

05 oct 2025 . Actualizado a las 19:20 h.

El Barcelona cerró este domingo en el Ramón Sánchez Pizjuán su particular semana 'horribilis'. Tras caer en Champions ante el PSG, el conjunto que dirige Hansi Flick repitió derrota por 4-1 ante el Sevilla en un partido en el que los culés no estuvieron cómodos en ningún momento y en el que se vieron superados por la intensidad de los de Matías Almeyda. Los tantos de Alexis Sánchez, Isaac Romero, Carmona y Akor Adams castigaron a un Barça que se marcha al parón liguero por los partidos de selecciones con dos derrotas seguidas y muy malas sensaciones.

Y es que el partido ya comenzó siendo una prolongación de los últimos minutos contra el PSG. La zozobra de ese día se trasladó a un inicio de encuentro en el que el Sevilla fue más intenso en los duelos, en el que Pedri y De Jong eran incapaces de bajar el balón y tener el control del juego y en el que los de Almeyda estaban crecidos. De poco sirvió que Flick saliera con toda la artillería que tenía disponible. Su equipo entró frío al encuentro y eso provocó que la atmósfera del Pizjuán, siempre efervescente, le pasara por encima. Amenazaron los locales con dos balones a la espalda de los centrales y se adelantaron con un polémico penalti de Araujo sobre Isaac Romero que aprovechó Alexis Sánchez para castigar a un Barça irreconocible y con muy pocas ideas.

A partir de ahí, la incomodidad del Barça fue en aumento y ya no cesó en todo el partido. El Sevilla ganaba todos los duelos y los catalanes no eran capaces de mejorar en la circulación de pelota. Cada anticipación de los de Almeyda provocaba una transición y un dolor de cabeza para los de Flick, que firmaron su peor primera mitad en lo que va de curso y se sostuvieron muchos minutos en el marcador gracias a la falta de puntería de Isaac Romero y a la inspiración de Szczesny. El polaco le tapó dos clarísimas al ariete en el mano a mano y el '7' hispalense envió dos balones fuera de forma incomprensible cuando tenía todo a favor. Su tarde aciaga terminó tras el enésimo balón a la espalda de los centrales que corrió Vargas para regalarle el segundo tanto y obligar al Barça a una proeza que bien pudo empezó antes del descanso con un pase medido de Pedri que remató Rashford para recortar distancias y dejar todo en el aire.

Tras la reanudación, Flick encontró carencias y trató de paliarlas con la entrada de Eric García y Balde. El central aportaba una salida más limpia para instalarse en campo contrario, mientras que el lateral podía ofrecer amplitud ante una posible defensa cerrada en la segunda mitad. Los cambios le sentaron bien de inicio a un Barça que mejoró y que consiguió por fin que el Sevilla se replegara hasta su propio campo. Logrado ese objetivo, comenzaba una labor de desgaste con Rashford y Bardghji percutiendo desde los costados y con Pedri omnipresente.

El canario ganó en presencia a medida que aumentaba el desgaste del Sevilla, cada vez más hundido. En una de esas, Balde ganó la línea de fondo y Januzaj le derribó cuando entraba en el área para dar una oportunidad de oro al Barça desde el punto de penalti. No era el día de prácticamente nadie en ataque y menos aún de un Lewandowski aislado y que lanzó la pena máxima directamente fuera. Ahí empezaron a morir las opciones de un equipo, el azulgrana, que fue de menos a más, pero que pagó cara una primera mitad desastrosa y la falta de puntería en la recta final, cuando falló dos ocasiones claras Bardghji.

El Sevilla se creció tras el fallo del punta polaco y Carmona y Akor Adams, en los últimos instantes y al contragolpe apuntillaron a un Barça que se va al parón con dos derrotas dolorosas, malas sensaciones y una plaga de lesionados que amenaza un clásico que ya está cada vez más cerca en el horizonte.