Militao sopesó la retirada tras su segunda rotura de cruzado

Óscar Bellot COLPISA

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

El central brasileño del Real Madrid confiesa que se le pasaron «muchas cosas por la cabeza», incluyendo «dejar el fútbol», tras caer lesionado en noviembre del año pasado

08 oct 2025 . Actualizado a las 15:55 h.

Éder Militao vivió un calvario tras destrozarse por segunda vez la rodilla en noviembre del año pasado. Hasta tal punto llegó su nivel de sufrimiento que el futbolista del Real Madrid llegó incluso a meditar la retirada, tal y como confesó este miércoles durante la rueda de prensa que ofreció con la selección brasileña.

«Con mi segunda lesión, me pasaron muchas cosas por la cabeza. Pensé en dejar el fútbol porque no es fácil, pero con la ayuda de mi esposa, mi hija y mis compañeros, hoy estoy aquí para jugar bien», señaló el zaguero de Sertaozinho, quien forma parte de la convocatoria que ofreció Carlo Ancelotti de cara a los duelos que mantendrá la Canarinha con Corea del Sur, el viernes 10, y Japón, el martes 14.

Dichos partidos marcarán la vuelta a la selección brasileña de un defensa que se vio torturado por una de las lesiones más temidas por cualquier futbolista y no solo una vez, sino en dos ocasiones. Su odisea comenzó el 12 de agosto del 2023. Corría el minuto 50 del partido que abría la Liga 2023-24 para el Real Madrid cuando Militao se rompía el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en San Mamés. Sus gritos de dolor a raíz de una acción fortuita dejaron helados a sus compañeros. Más aún teniendo en cuenta que dos días antes, durante un entrenamiento llevado a cabo en la Ciudad Deportiva de Valdebebas, Thibaut Courtois había sufrido el mismo varapalo.

Militao tardó siete meses y medio en regresar a los terrenos de juego, precisamente frente al Athletic en un choque de la segunda vuelta de Liga que le servía para cerrar el círculo tras más de medio año de durísimo trabajo. Sus participaciones durante aquella campaña fueron testimoniales, ofreciendo un nivel alejado de las sobresalientes prestaciones que le habían permitido erigirse en el líder de la retaguardia del Real Madrid. No obstante, a vuelta de vacaciones, el paulista recuperó el tono. Recobró la condición de pretoriano dentro del ejército que comandaba Carlo Ancelotti y volvió a recordar a aquel central contundente al corte, dominante en el juego aéreo y de poderosísima zancada que fue clave durante el curso que desembocó en la conquista de la Decimocuarta.

Sin embargo, el infierno volvió a hacerse presente para Militao el 9 de noviembre del año pasado cuando, en el transcurso de un partido disputado frente a Osasuna en el Santiago Bernabéu, y tras realizar un mal apoyo al caer en una acción sin aparente peligro, volvía a romperse el ligamento cruzado anterior, esta vez el de la rodilla derecha, con afectación, además, de ambos meniscos.

La familia y la fe como refugio

El diagnóstico resultó demoledor para el central, que atravesó de nuevo por un túnel muy oscuro. «Han sido dos años difíciles, con dos lesiones muy complicadas. La segunda la enfrentas de otra manera porque ya conoces el proceso. No es fácil. Tienes que estar muy apegado a tu familia, a Dios... Te quita la rutina, lo que estás acostumbrado a hacer, entrenar. De repente, estás en casa, dependiendo de ayuda, de que alguien te ayude», recordó este miércoles el zaguero del Real Madrid, que felizmente logró salir adelante con el apoyo de los suyos y se refugió en la fe. «Gracias a Dios, me recuperé de las lesiones y volví al máximo nivel, lo cual no es fácil», explicó este miércoles.

Militao, que se casó el pasado mes de julio con Tainá Castro en una lujosa ceremonia que tuvo a Vinicius y a Rodrygo como padrinos, permaneció un total de 438 días de baja a causa de esas dos lesiones de cruzado que le hicieron perderse 94 partidos con el Real Madrid y le alejaron también durante mucho tiempo de la selección brasileña. Pero su fortaleza mental, el apoyo de sus compañeros y de su familia resultaron cruciales para que el brasileño emergiera de ese largo valle de lágrimas y ahora vuelve a sentirse liberado tanto con su club como con el combinado nacional.

Su primera aparición a las órdenes de Xabi Alonso se produjo el pasado 9 de julio, cuando el tolosarra aprovechó el tramo final de la semifinal del Mundial de Clubes que enfrentó al Real Madrid con el PSG para recuperarle para la causa al igual que hizo en ese mismo partido con Dani Carvajal, otro madridista que se destrozó la rodilla en un partido de Liga disputado frente al Villarreal en octubre de año pasado y que padeció un calvario similar al de Militao. Desde entonces, el 3 se ha convertido en un fijo en los onces del preparador guipuzcoano.

Militao acumula 585 minutos en los siete encuentros que ha disputado en la presente temporada, seis de ellos de Liga y uno de Champions. Ha sido titular en seis ocasiones. Solo descansó frente a Oviedo y Levante en el campeonato doméstico y no fue convocado para el pleito europeo contra el Kairat Almaty tras sufrir un golpe en una pugna con Alexander Sorloth durante el derbi celebrado hace dos semanas en el Metropolitano.

Ahora vuelve a ponerse a disposición de Carlo Ancelotti, con quien mantiene una gran relación desde que coincidieran en el Real Madrid. Tras no contar con el de Sertaozinho en ninguno de sus cuatro primeros compromisos al frente de la Canarinha al considerar prioritario que fuese cogiendo ritmo con el conjunto de Chamartín, Carletto también aplaude el regreso de uno de sus centrales de referencia.