El donostiarra se ha consolidado como titular tras la lesión de Rodri y ha sido titular en todos los partidos de clasificación para el Mundial
14 oct 2025 . Actualizado a las 23:28 h.«Es un grande. Para mí, ya lo he dicho, es el segundo mejor futbolista del mundo», afirmaba Luis de la Fuente hace exactamente un año sobre Martín Zubimendi. Aquello fue pocas semanas después de que Rodri se rompiera el ligamento cruzado de la rodilla derecha. Un verano más tarde, su baja parece no hacer mella en una España que arrasa con todo aquel que se presenta en su camino.
El balón no miente y ha puesto a Zubimendi en el lugar que, por su desempeño sobre el césped, merece. A sus 26 años, el donostiarra es dueño y señor del pivote del Arsenal y de la selección española. Consolidado en la medular del combinado nacional junto con Mikel Merino, con quien también comparte vestuario en la escuadra inglesa, y Pedri, el exjugador de la Real Sociedad se ha afianzado como uno de los fijos en los planes del seleccionador.
Ante Bulgaria completó un partido pulcro, sin complicaciones. No fue el más destacado, ni acaparó los focos como sí hicieron (merecidamente) sus dos socios del centro del campo, pero, una vez más, se destapó como el termómetro del equipo. El técnico lo tuvo una hora sobre el tapete del José Zorrilla, tiempo suficiente para que el vasco tocara el cuero casi un centenar de veces, entregándoselo a sus compañeros con un 99 % de acierto (completó 81 de 82 pases, la mitad en el tercio final del campo).
No brilló, aunque pudo marcharse con su premio personal al empalar un balón llovido desde la frontal del área. Sin embargo, el remate se perdió por encima del travesaño. Poco después, Aleix García lo sustituyó mientras el respetable vallisoletano lo despedía entre aplausos.
Todo cambió en Alemania
14 de julio del 2024, Berlín. François Letexier, árbitro de la final de la Eurocopa, señala el túnel de vestuarios. El partido, con el resultado inicial campeando todavía en el electrónico, puede haber dado un vuelco en contra del conjunto español. Rodri, tras un golpe con Laporte, se acaba de retirar lesionado, dejando a España sin su mejor pelotero y, a la postre, MVP del torneo. Su lugar lo ocupa un Zubimendi ya contrastado en la Real Sociedad, aunque falto de experiencia en encuentros de tal calibre con la selección. El mediocentro no se achica y aprovecha una oportunidad casi irrepetible, impensable para muchos otros futbolistas.
El equipo de Luis de la Fuente se coronó aquella tarde-noche como el mandamás europeo, en la que fue la consagración del actual jugador gunner. Desde entonces, y tras la lesión de Rodri, el donostiarra ha sido de la partida en todas las citas del combinado nacional, excepto en dos.