Los planes fallidos del Bernabéu y del Camp Nou

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

El Real Madrid y el Barcelona se estrellan con la realidad en las reformas de sus estadios, que acumulan tantos imprevistos como sobrecostes

22 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Florentino Pérez y Joan Laporta tenían un plan. Cada uno el suyo, pero con un nexo común. Reformar sus estadios para convertirlos en manantiales de millones. Minas de oro más allá de los eventos futbolísticos. Ampliarlos y explotarlos hasta el límite, orientándolos también para albergar todo el ocio que uno se pueda imaginar. Desde conciertos a tiendas, restaurantes y hasta centros de reuniones y negocios. ¿Por qué limitarse a ganar solo dinero tres o cuatro días al mes? Pero la realidad ha sido diferente.

El Bernabéu

El primero en lanzarse a la aventura fue el Real Madrid, que se metió a obrar en junio del 2019. Había que demoler la esquina comercial situada entre Padre Damián y Concha Espina, y las torres de la Castellana. El plan era disponer en el 2022 de un recinto faraónico que incluía el desarrollo urbanístico de todo el entorno. Florentino encontró el apoyo tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad, pero ni así salió todo como esperaba.

El primer contratiempo fue incontrolable: una pandemia mundial que paralizó durante un tiempo al mundo. Pero este imprevisto acabó siendo un aliado, porque las restricciones de aforo posteriores silenciaron la molestia de tener que jugar en el Di Stefano, acelerando la remodelación del estadio.

Sin embargo, una vez concluida la reforma, comenzaron los problemas para poner en marcha el plan. Pérez quería que el estadio, situado en pleno centro de Madrid (paseo de la Castellana), celebrase también grandes conciertos, como, de hecho, empezó a hacer en el 2024.

El 14 de septiembre se cumplió un año de la cancelación de los conciertos. La decisión llegó después de meses de polémica por las quejas de los vecinos ante el ruido y la suciedad provocada por los macroconciertos llevados a cabo por artistas como Taylor Swift, Duki y Luis Miguel. La magistrada del Juzgado 53 de Madrid, Mónica Aguirre de la Cuesta, admitió a trámite una querella contra el Real Madrid Estadio S.L. y el Ayuntamiento como presuntos autores de delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente (artículo 325 del Código Penal), así como de omisión del deber de perseguir delitos (artículo 408 CP). Representantes del club comenzaron a declarar en octubre del 2024 y el procedimiento penal se encuentra en fase de instrucción.

Para intentar subsanar estas deficiencias, el Real Madrid ha hecho nuevas obras (con el sobrecoste añadido) y está instalando paneles de aislamiento acústico hechos de fibra de vidrio para controlar el sonido, especialmente en la zona del skywalk (paseo panorámico que rodea el estadio desde la azotea) y los vomitorios. El plan del club era que estuviera todo listo para el 16 de noviembre, fecha en la que se disputará un partido de la NFL; y, a partir de ahí, acoger el primer evento musical antes de que finalice el año. Según adelantó la Cope, se pretende hacer unos diez por temporada. El alcalde, Martínez Almeida, reconoció hace solo unos meses que hay «un procedimiento penal» y que «mientras esté abierto, es difícil poder tomar una decisión al respecto».

Además, los dos aparcamientos subterráneos proyectados por el Real Madrid en el paseo de la Castellana y en la calle Padre Damián se encuentran paralizados por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 30 de Madrid, una media que acaba de ratificar el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. A mayores, los vecinos, reclamaron la suspensión de todos los planes de urbanización del entorno.

Todos estos imprevistos, unidos a nuevas ideas que fueron apareciendo durante la construcción, hicieron que el coste de la remodelación pasase de los 575 millones previstos a los 1.347 que recogieron las cuentas del club en el mes de julio. En ellas también se reconoce que, a pesar de que las obras debían haber finalizado en el 2022, aún se siguen acometiendo. Así, esta temporada «se realizarán las últimas actuaciones que quedan (…), entre ellas las de algunas actividades de restauración y las de reducción del nivel sonoro en los conciertos».

El Camp Nou

Los problemas no son menores en el Camp Nou. En el mes de noviembre del 2022 comenzaron los trabajos de reforma del estadio con la demolición del tercer graderío del Gol Sud, coincidiendo con el Mundial de Catar. Aun con obras, y la incomodidad que eso supuso para los socios por las limitaciones de aforo, se siguió jugando en el recinto hasta el 28 de mayo del 2023, siendo el Barcelona-Mallorca (3-0) el último duelo disputado allí hasta la fecha.

Desde entonces, los azulgranas lo hicieron en Montjuich, con un abandono masivo de sus abonados por las molestias que les suponía subir hasta la montaña (apenas 16.151 personas su carné).

En abril del 2022, cuando se dio luz verde a la reforma del Camp Nou, Laporta se comprometió al regreso del equipo a su estadio en noviembre del 2024, haciéndolo coincidir con la fecha del 125.º aniversario de la fundación del club. El Barça le concedió la reforma a la constructora turca Limak Holding. Su elección fue polémica desde el principio, por ser una de las cinco sociedades otomanas que «fueron recompensadas con trabajos por valor de 174.000 millones en los últimos 18 años» y que «se llevaron el dinero a Inglaterra y a paraísos fiscales». «Os prometo que vamos a devolver todo el dinero a la nación», denunció el partido CHP en el diario Turkish Minute.

Durante el desarrollo de la obra, los sindicatos denunciaron que decenas de empresas subcontratadas por los turcos pudieron realizar supuestos abusos contra los trabajadores, entre ellos cinco refugiados palestinos, que manifestaron haber sido despedidos ilegalmente y cobrar por debajo de convenio con jornadas de más de diez horas diarias, según desveló El Periódico.

Limak fue elegida por Laporta porque presentó una oferta económica de 960 millones y los plazos más ventajosos (noviembre del 2024). La realidad es que a día de hoy, se acumula un año de retraso y un sobrecoste muy significativo. Podría alcanzar ya los 1.200 millones, según El Mundo Deportivo. Además, se acaba de desvelar que se eligió a Limak «a pesar haber sido inicialmente la peor valorada técnicamente por un equipo formado por ingenieros, arquitectos y financieros», recogió Iusport.