Al Leyma Coruña le costó entrar en el partido, condicionado por la verticalidad de Andy Huelves, aunque supo responder con dominio en el rebote ofensivo. Sin embargo, el juego carecía de ritmo y frescura, con poco movimiento sin balón y sometido al tempo que imponía el Tizona, guiado por la veteranía de Vila y Parrado. La entrada de Pacheco cambió el guion: interpretó bien las ventajas ofensivas, frenó a Huelves y aportó la chispa defensiva que necesitaba el equipo.
En esos cinco minutos finales del primer cuarto, el Leyma dejó al Tizona en solo siete puntos y empezó a imponer su estilo, destacando la defensa sobre los referentes rivales, especialmente un Jofresa desaparecido. Con el paso de los minutos, los coruñeses crecieron, mientras el cansancio pesaba más en los burgaleses, castigados por la acumulación de partidos. Pacheco fue clave, secundado por Cuevas, Cremo, Thiam y un inspirado Jacobo, que igualó su récord con cinco triples. Radoncic, recién llegado al equipo, pudo sumar minutos pensando ya en los próximos compromisos.