El sindicato Comisiones Obreras convocó la concentración contra el despido de cerca de 50 empleados en situación administrativa irregular
04 nov 2025 . Actualizado a las 13:16 h.Decenas de trabajadores protestaron este martes frente al Camp Nou contra el despido de cerca de 50 empleados en las obras del estadio en situación administrativa irregular. El sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.), que convocó la concentración, asegura que las empresas Ekstreme Works y Limak «pretenden retornarlos a su país sin ninguna garantía».
Además, el responsable de Acción Sindical de CC.OO., Carlos del Barrio, afirmó que estas personas «están trabajando doce horas y siete días a la semana. Alguno de ellos lleva así más de un año», asegurando que son trabajadores «que no tienen papeles» y que lo que se busca es que «vuelvan a su país de origen».
El portavoz reclama que a los empleados se les dé de alta en la Seguridad Social y que la Delegación del Gobierno «active la palanca que hay en el reglamento de extranjería para la regularización extraordinaria por colaboración con autoridades laborales». «En el momento en el que pisen territorio turco, su capacidad de defenderse se verá mermada», subrayó.
Sobre la interlocución con el FC Barcelona, Del Barrio apuntó que el club hizo «oídos sordos» ante la situación, que CC.OO. ha llevado ante la Inspección de Trabajo. «Somos conscientes de que tiene mucha presión para abrir el estadio, pero lo que no puede ser es hacerlo a costa de todos los derechos de los trabajadores», concluyó.
Un problema añadido a los que ya existían
Desde el 2022, año en que comenzaron las obras del Camp Nou, aparecieron diversos problemas que han generado controversia. El plazo en el que Joan Laporta prometió que estarían terminadas dio mucho que hablar. El presidente aseguró que el equipo regresaría a su estadio en noviembre del 2024, pero un año después el Barcelona todavía disputa sus partidos como local en Montjuich.
Otra gran polémica fue la elección de la constructora turca que lleva a cabo la reforma: Limak Holding. Recibió críticas incluso desde su propio país, pero fue escogida por el mandatario culé porque presentó la mejor oferta económica (960 millones) y los plazos más ventajosos. La realidad es que a día de hoy, se acumula un año de retraso y el sobrecoste apunta a ser abismal.
La última, la denuncia de los sindicatos contra las empresas subcontratas turcas, por supuestos abusos contra los trabajadores.