Sinner alcanza su tercera final consecutiva en las ATP Finals

Enric Gardiner COLPISA

DEPORTES

ALESSANDRO DI MARCO | EFE

El italiano derrota con autoridad a De Miñaur y mantiene su dominio absoluto en pista cubierta

15 nov 2025 . Actualizado a las 17:26 h.

Jannik Sinner volvió a brillar ante su público y, por tercer año consecutivo, alcanzó la final de las ATP Finals en Turín. El italiano sigue mostrando un dominio casi absoluto en pista dura cubierta, donde ya acumula 30 victorias seguidas, una cifra que lo coloca entre los mejores registros de la Era Open. Este sábado superó a Alex de Miñaur en la primera semifinal por 7-5 y 6-2.

Sinner se convierte en el jugador más joven en disputar tres finales del torneo desde que Lleyton Hewitt lo lograra en el 2004. Además, entra en un selecto grupo de tenistas que han llegado a la final tres veces seguidas, junto a figuras como Ilie Nastase, John McEnroe, Iván Lendl, Boris Becker, Roger Federer y Novak Djokovic. En Turín ya suma 1.000 puntos y un premio económico de 602.500 dólares. Hasta ahora, solo Djokovic había logrado ganar sus primeros cuatro partidos del torneo sin perder el saque, hecho que consiguió en el 2018.

De Miñaur salvó dos bolas de rotura en el juego inicial, pero luego desperdició tres oportunidades claras con 0-40 en el siguiente. Ese giro favoreció a Sinner, que afronta cada encuentro con la presión de quien siempre está obligado a rendir al máximo.

El australiano, que alcanzó las semifinales con apenas una victoria y tras romper ante Taylor Fritz una serie de 16 derrotas seguidas frente a jugadores del top10, mantuvo el pulso hasta el undécimo juego del primer parcial. Tras dejar escapar siete oportunidades de quiebre, Sinner por fin aprovechó la octava y tomó la delantera con un revés perfecto que cayó justo sobre la línea.

A partir de ahí, el partido quedó completamente de cara para el italiano, que encadena 24 de los últimos 25 sets ante el jugador de Sídney. Su revés, preciso y elegante, terminó por desbordar a un De Miñaur que, pese a su esfuerzo constante, no pudo contrarrestar la calidad del número uno italiano.