Jason García, jugador del Burela FS: «Lo que estoy viviendo es un sueño y quiero comerme el mundo»

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Jason celebra su gol al Melistar en el Vista Alegre, en la última victoria mariñana, el pasado 18 de octubre.
Jason celebra su gol al Melistar en el Vista Alegre, en la última victoria mariñana, el pasado 18 de octubre. Pepa Losada

El internacional venezolano pide tranquilidad tras un mes sin victorias: «Si solo te centras en mirar hacia arriba o abajo y no en progresar poco a poco, se te puede complicar»

18 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Jason García Gual (Mataró, 2003) llama a mantener la calma tras un mes sin victorias del Burela FS en la Segunda División de fútbol sala. «Si solo te centras en mirar hacia arriba o hacia abajo y no en progresar poco a poco, se te puede complicar», afirma el ala zurdo internacional con Venezuela que rescató un punto con un gol espléndido en la visita al Vulcanizados Ruiz Tafa. Autor de cinco goles en las ocho primeras jornadas —el acta le niega el que firmó contra el Melistar—, con su calidad de regate y golpeo en una de las mejores armas ofensivas de David Rial. «Quiero comerme el mundo», avanza casi recién llegado del MNK Pula croata.

—Llegaban a Tafalla con solo ocho jugadores de la primera plantilla, ¿es positivo el empate?

—Fue un partido bastante duro. Viajar con solo ocho jugadores no es fácil, pero creo que todos los integrantes de la plantilla estamos capacitados para jugar un partido de alto nivel. Se nos puso cuesta arriba, pero demostramos que competimos todos y sacamos un puntito que incluso pudieron ser tres. A pesar de las circunstancias, nos fuimos con puntuación para casa.

—¿Les preocupa encadenar cuatro jornadas sin triunfos?

—No. Es verdad que podríamos haber sacado más puntos, pero la liga es muy larga y ahora nos vienen unos partidos bastante importantes, algunos en casa y tenemos que puntuar antes del parón para irnos con las mejores sensaciones posibles.

—¿Miran hacia arriba o hacia abajo en la clasificación de Segunda?

—Todo está bastante pegado. Estamos a cuatro puntos del descenso y a siete del play off. Yo creo que lo que toca es mirar semana a semana, estar tranquilos y pensar en nosotros mismos. La liga es muy larga y, si solo te centras en mirar hacia arriba o hacia abajo y no en progresar poco a poco, se te puede complicar.

—¿Siente la responsabilidad de que el equipo necesita su desborde?

—No siempre se tiene un buen día individual o colectivamente y siento que mis compañeros me ayudan mucho a la hora de jugar en el campo. Una persona sola no resuelve jamás un partido, esto es un deporte colectivo. Yo me siento bien con el equipo, me siento cómodo jugando, me entiendo con mis compañeros y creo que iremos a más.

—Ya lleva cinco goles. El año pasado en Croacia fueron ocho, y el anterior, siete con el Ibiza en Segunda. ¿Se marca una cifra?

—Soy un chico bastante ambicioso, me gusta ganar y meter goles, pero el equipo es lo más importante y todos los goles que sirvan para ayudarle serán bienvenidos.

—Contra el Tafa marcó un muy buen gol, tras dejar atrás a dos rivales.

—Fue un gol que estuvo bien visualmente. También es una motivación a nivel personal porque venía de unos partidos ahí, ahí, más o menos, y toca seguir currando y mirar al próximo fin de semana, que jugamos en casa, con nuestra gente, y viene un rival bastante duro.

—Con solo 22 años, ya compitió en el filial del Palma, la primera división croata... ¿En qué punto está su carrera?

—Soy un chico joven, pero ya he vivido bastantes experiencias, tanto buenas como malas. Lo que me toca es empezar a dar pasos al frente, al menos eso pienso yo, y empezar a darle una gran importancia a mi carrera. Lo que estoy viviendo es un sueño y quiero comerme el mundo.

«Hago mi vida aquí y me siento español también, pero llevo Venezuela dentro»

De padre venezolano y madre mataronense, Jason destacó pronto por su relación con la pelota en la afamada Fundación Marcet y el poderoso Palma lo reclutó en juveniles desde el club de su localidad natal. Fue internacional sub-19 con España y ahora es una de las referencias de la selección vinotinto.

—¿Por qué se decantó por la selección de Venezuela?

—Hago mi vida en España y cuando me llama la selección española voy y estoy encantado con ellos, pero he sido criado con todas las costumbres de Venezuela y tengo allí a la mayor parte de mi familia. Es algo que he tenido dentro desde pequeño, a pesar de haberme criado en España, y es una forma de agradecer todos los años que me han estado cuidando con esas costumbres y con todo. Me siento español también, pero dentro de mí hay algo que me hace sentir venezolano, que llevo dentro desde chiquitito.

—Pero nació aquí, ¿no?

—Sí. Mi padre emigró con 18 años, pero mi madre es española, de Mataró.

—¿Cómo fue su infancia?

—No tuve una infancia difícil ni mala, mis padres siempre han estado apoyándome en todo. Desde pequeño estuve en un mundo cerca del fútbol, viajaba mucho porque jugaba en Barcelona con la Fundación Marcet. Me quedaba en una residencia, entrenaba y vivía por el fútbol y no me daba mucho tiempo a pensar en otras cosas. A veces íbamos a ver a mi familia, pero la situación económica tampoco nos permitía ir a Venezuela todos los veranos. Recuerdo ir dos o tres veces, no mucho más.

—¿Jugó un papel importante en su integración el deporte?

—El fútbol es lo que más me ha ayudado desde pequeño, me ha dado disciplina, educación y todo lo que tengo en la vida. Me ha ayudado mucho.