Los guardianes de las masas

López Penide texto PONTEVEDRA / LA VOZ

DEZA

<span lang= es-es >Tensa espera para ocupar una casa</span>. Antes de acceder, los guardias toman posiciones. El primero de los agentes porta un escudo balístico para defenderse.
Tensa espera para ocupar una casa. Antes de acceder, los guardias toman posiciones. El primero de los agentes porta un escudo balístico para defenderse.

El GRS es una unidad de élite que no solo está preparada para labores de seguridad, sino que también realiza cometidos humanitarios y de control de espectáculos masivos

18 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El terremoto de Lorca, el accidente de Spanair en Madrid, el Festival de Ortigueira, el rali Rías Baixas, la Vuelta Ciclista a Galicia y de España, la mentorización de policías afganos... Esta es una pequeña muestra de la cara más desconocida de los Grupos de Reserva y Seguridad, una unidad de élite de la Guardia Civil que mantiene desplegado en Castrosenín (Mourente) a uno de sus contingentes.

El GRS está integrado en la Agrupación de Reserva y Seguridad, una unidad que cristalizó hace ahora veinticinco años. No obstante, no sería hasta el segundo trimestre del 2000 cuando empezó a operar el grupo pontevedrés, a cuyo mando se encuentra desde hace un lustro el comandante José Antonio Fuentes Fernández. Este cuntiense tiene a su cargo a 134 guardias altamente especializados, tanto en labores de seguridad como en humanitarias.

Uno de los aspectos más llamativos de este grupo es el hecho de que una parte está siempre en alerta para reaccionar ante un requerimiento imprevisto en cualquier punto del territorio nacional con la mayor prontitud posible. Aunque su ámbito de actuación principalmente es Galicia, no es raro que los agentes pontevedreses tengan que desplegarse en otras provincias, como recientemente a Toledo.

No en vano, uno de los cometidos que tiene estas unidades es el de reforzar a las comandancias de la Guardia Civil en aquellas zonas donde se registrase un repunte de la criminalidad o se observasen índices delincuenciales elevados. Es en este ámbito, junto con su trabajo en el control de manifestaciones, donde los GRS son más conocidos. Los pontevedreses han colaborado en entradas en viviendas en las que se presuponía que sus moradores constituían un riesgo o estaban armados, han participado en batidas, han protegido a personalidades y han tenido que colaborar en el arresto de alguna persona que era potencialmente peligrosa.

Asimismo, y dada la actual época del año, el grupo pontevedrés está participando en la campaña de lucha contra los incendios. En principio, su labor es eminentemente preventiva y de dar una alerta temprana ante cualquier foco de fuego, lo que no quita, claro está, que actúen como cualquier otra fuerza de los cuerpos de seguridad del Estado si interceptan al autor de las llamas.

En todas estas labores, a veces, son los propios funcionarios pontevedreses los que sufren las consecuencias. En Castrosenín se recuerda cómo, en el 2001, uno de los agentes que siguen en activo en la unidad resultó «herido de cierta consideración» cuando participaba en el arresto de un vecino de Rois que, al parecer, estaba enajenado.

No obstante, no son estas misiones de seguridad las que más resaltan los componentes del GRS. Ellos prefieren recordar otros servicios, sobre todo, enmarcados en «espectáculos de masas, que aquí en Galicia hay unos cuantos», acota el comandante del grupo. En Ortigueira tuvieron que rescatar a un asistente al festival que se había quedado atrapado en el lodo de la ría, mientras que en el Teide participaron en el auxilio de dos turistas alemanes que se habían perdido en el parque nacional.

Y si esta faceta más humanitaria es, cuanto menos, poco conocida, más lo es otra de las misiones para las que se adiestran los agentes pontevedreses: la defensa frente amenazas NRBQ, acrónimo de nuclear, radiológica, biológica y química. Lo cierto es que solo en una ocasión se ha estado a punto de activar este protocolo: «Con ocasión del maremoto de Fukushima no es que se movilizaran las unidades de defensa NRBQ, sino que se estableció una alerta del sistema».

El grupo pontevedrés puede

operar en cualquier zona del

territorio nacional

Los agentes del GRS colaboran actualmente en la campaña contra fuegos forestales

Con el maremoto de Fukushima la

unidad se puso en

alerta frente a una

amenaza nuclear