Tras la marcha de ayer se creó un grupo de trabajo integrado por cuatro vecinos que son los que se encargarán de gestionar ahora futuras reuniones con industria, con el Concello y con distintos organismos, de cara a intentar salvar los árboles.
Por su parte, Unión Fenosa significó estos días que la variante elegida fue la aprobada por Medio Ambiente y Patrimonio Cultura. Y que en esta fase de desarrollo del proyecto cualquier variación en el mismo supondría reiniciar los trámites administrativos desde el inicio, retrasando considerablemente una infraestructura que, recuerdan, «beneficiará a Lalín y a toda su área de influencia».
Recuerdan, como también lo hacía Manuel Taboada, uno de los afectados, que durante los años que duró la realización del proyecto el trazado fue variado varias veces. Unión Fenosa significa que «no siempre es posible que la traza de la línea eléctrica pueda seguir por terrenos de dominio público debido a la configuración de las fincas y al diseño técnico de la línea». En el estudio de impacto ambiental se contemplaron varias alternativas a mayores. Llegó a modificarse varias veces a instancias de Patrimonio. Una para proteger el castro de Catasós, y después para no afectar a la fraga de Catasós.
Unión Fenosa recuerda que las tareas de poda y tala se enmarcan dentro de las acciones normales de mantenimiento de las líneas y la prevención de defensa contra los incendios forestales.