Los cabezudos de Luchi Iglesias pusieron la nota de color en un emotivo aniversario
21 jul 2021 . Actualizado a las 21:36 h.Os Cabezudos de Laxeiro, las magníficas piezas salidas de las manos de Luchi Iglesias, se convertían en metáfora perfecta de la pasión del pintor por retratar a personajes, imaginarios o reales, que seguro vivían en su Marquesado da Romea. Un canto a la alegría, a lo lúdico, en una jornada de homenaje emotivo y sentimental para recordar a una de las figuras más excelsas del arte gallego del siglo pasado, cuando se cumplían veinticinco años de su muerte.
Esas figuras paticortas o estiradas, ese caballo rampante, seguro que se convertirán en parte del folklore lalinense, contarán con una personalidad propia como las salidas de los pinceles de Laxeiro en que se basan. Luchi Iglesias acercaba a autoridades, artistas, familiares y amigos del pintor las entretelas de sus creaciones en el museo municipal para abrir boca del extenso programa de actos en su recuerdo. Rememoraba su pasión por los títeres, parte de su propia profesión, para ensalzar los escritos del artista y que se quieren recuperar en las actuaciones de los cabezudos. «Creo que Laxeiro estaría encantado con eles», apuntó Luchi, mientras Crespo ironizaba de fondo con meter a todos los políticos a moverlos.
Llegarían después las anécdotas del artista lucense Paco Pestana con su «te queremos, cabrón» final o la intervención más comedida de Antón Lamazares, afectado en un día tan especial pero celebrando la alegría de estar juntos en su memoria. Una pieza a la gaita de Plácido Rozas y la foto de familia junto a la escultura de O Vila en la entrada del museo cerraban la primera parte del homenaje al pintor.
La comitiva se trasladó después hasta el cementerio de A Romea, donde de nuevo la gaita de Plácido acompañó la colocación de un centro de girasoles y una corona de laurel en el panteón familiar. El alcalde, José Crespo, presumió de Lalín como tierras de pintores con Laxeiro como detonante, para incidir en la necesidad de magnificar su figura aprovechando que en el 2022 se le dedica el Día das Artes Galegas. Aludió a la posibilidad de que sus restos se guarden en el Panteón dos Galegos Ilustres en Santiago, para preferir que «esté aquí» y narrar su conversación con Laxeiro pocas semanas antes de su muerte, donde le preguntó qué quería en su entierro. Le pidió que le acompañase un único gaiteiro, «se veñen máis levántome e pégoche unhas leches». Laxeiro en estado puro.
El escritor Luis González Tosar recordó sus contactos con el pintor y su «verdadeira grandeza, sen impostar; sendo como era engrandecía a todos», para porfiar en que se le reconozca como un genio. Su nieto, Carlos García-Suárez, agradeció el recuerdo constante en Lalín a su abuelo aseverando que detrás del personaje había «o espírito dun artísta formado e ilustrado». El presidente de la Real Academia Galega de Belas Artes, Manuel Quintana Martelo, recordó un encuentro con el pintor poco tiempo antes de su muerte en un restaurante de Padrón para destacar el reconocimiento que le tributarán en el 2022, del que espera el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, supongo un nuevo impulso para promover a uno de los grandes de la cultura gallega del siglo XX, «que sigue sempre vivo en Lalín».