El jabalí sortea el pastor eléctrico de una finca en Lalín

Rocío Perez Ramos
RoCío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Miguel souto

Destrozó una finca de 1.000 metros cuadrados en Ramil, mostrando un cambio de hábitos desconcertante

23 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El apicultor lalinense Jorge Peña está acostumbrado a lidiar con las avispas velutinas y a ganar la batalla. Estos días se enfrenta al jabalí que, por ahora le está ganando la batalla. Peña cuenta que «levo plantando millo nunca finca moitos anos e ata agora presumía de que o xabarín non entraba. Ata este ano, pero agora xa non podo dicir o mesmo». Ayer por la tarde los técnicos de Medio Ambiente visitaron la parcela y pudieron certificar que las pisadas en la finca y los daños causados en unos mil metros fueron causados por el jabalí.

La finca, ubicada en el lugar de Ramil, en la parroquia lalinense de Gresande, tiene algo más de 8.000 metros cuadrados y en ella las plantas de maíz, que aún no tienen espiga, miden «entre 1,20 e 1,40 metros de alto». Los jabalíes consiguen entrar pese an un pastor que cierra a cal y canto la finca. Jorge Peña apunta que «teño postos tres fíos a 20 centímetros do chan, a 45 centímetros e un terceiro a 75 centímetros», en este último caso para que no entren a la finca las vacas que pastan en un terreno colindante.

La corriente eléctrica son e 8.000 a 9.000 voltios «medidos cun medidor» y todo el circuito está perfectamente aislado. Peña cree que es una madre con una cría la que entra. Dentro «comen só a cana do millo ata 30 ou 40 centímetros dende o chan e deixan as follas tiradas. Logo déitanse no medio». Peña lleva varios días vigilando y el cambio de comportamiento de estos animales le desconcierta tanto a él como a los agentes de Medio Ambiente. Ayer incrementaba el número de hilos del pastor de tres a cinco con alguno casi a ras de suelo, a ver si eso basta para impedirles la entrada. Lo curioso es que hay fincas de maíz alrededor sin cerrar en las que no entraron cree que la razón puede ser que igual el maíz es de otra variedad y el suyo puede que le resulte más dulce. Peña al igual que muchos agricultores y ganaderos de la zona, se ve impotentes para acabar con una plaga con la que es cada vez más difícil luchar.