La falta de vivienda de nueva construcción lastra al mercado inmobiliario de la zona

David Cofán Mazás
David Cofán LALÍN, A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Miguel souto

Los precios siguen sin grandes cambios, aunque se percibe un ligero incremento

25 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Después del bum inmobiliario que desató la crisis del sector a principios de la década anterior, la falta de estocaje de viviendas a estrenar está lastrando el parque inmobiliario de la zona. La oferta existente tan solo permite paliar la demanda actual, principalmente en compra y venta de apartamentos y estudios de segunda mano. Una situación, sumada a la idiosincrasia particular de lugares como A Estrada, Lalín o Silleda, que permite una estabilidad de precios, lejos del incremento paulatino en espacios urbanos de las ciudades gallegas. Con todo, se percibe un pequeño incremento.

«Estamos nun pequeno repunte dos prezos», afirman desde InmoLalín. «Podemos atopar apartamentos por enriba dos 60.000 mil euros e estudos de 43.000. Logo, para pisos máis grandes temos prezos de arredor dos 76.000 euros. Aínda son asequibles, pero comezase a vender alto», explican. Desde GF Inmobiliaria, apuntan a que los pisos disponibles en compraventa no han notado una subida excesiva de su valor. «Un buen piso de 70 metros cuadrados y dos habitaciones puede rondar los 80.000 euros», afirman.

En A Estrada, Fernando Martínez, de la empresa Bamarti, coincide con esta percepción. «Algunhas das vivendas están a subir. En pisos recentes e de calidades boas con dúas habitacións e garaxe, podemos falar de entre 110.000 e 120.000 euros. As de tres habitacións están entre 160.000 e 180.000», explica. Para Alejandro García, de la firma Habita Inmobiliaria, «A Estrada leva cos prezos estancados dende fai anos. Temos prezos estancados e un mercado estabilizado, satisfaise a demanda que hai» e indica que «non houbo grandes construcións nos anos de bonanza e as vivendas que hai son as que pode absorber o mercado». Por su parte, desde InmoSilleda detectan una subida «pero non hai burbulla» y lo ejemplifican con un precio de entre 45.000 y 55.000 euros para los apartamentos de dos habitaciones.

En lo relacionado con las nuevas construcciones, Fernando Rodríguez cree que en el 2022 está prevista alguna nueva edificación. Además, según informa InmoLalín, no es rentable construir en altura, ya que los costes y la normativa provocarían un incremento de los precios.

Listas de esperas para los inquilinos interesados en un piso de alquiler

En el ámbito del alquiler de pisos, la situación varía según la zona. En términos generales la demanda es muy elevada y la oferta, aunque amplia, no puede satisfacer las peticiones de los inquilinos. Según InmoLalín, «hay mucha oferta para alquiler, pero la demanda es mayor». Insisten en que el alquiler funciona muy bien, indicando que se han comprado viviendas económicas con las que se puede conseguir una rentabilidad altísima.

Una visión diferente a la de GF, que apunta a una falta de alquileres de calidad. «Llevamos desde hace ocho meses con lista de espera. Ya no los anunciamos, si no que llamamos directamente al inquilino cuando hay alguna novedad», señalan. Una situación similar a la que refleja Fernando Rodríguez, de Bamarti, que también cuenta con arrendatarios en lista de espera. Asimismo, considera que «é un bo momento para mercar vivendas e alugalas». Afirma que es una manera de paliar la demanda de vivienda de alquiler y la escasa rentabilidad del dinero en los bancos.

En cuanto a InmoSilleda, advierten de que ha habido un incremento en el precio de los alquileres en la zona, que rondarían entre los 10 y 20 euros más de lo habitual.

En relación con el tipo de inmueble más demandado, Alejandro García, de Habita, asegura que los pisos con mejor salida en el mercado en A Estrada son los de tres habitaciones, de entre 90 y 100 metros cuadrados. Fernando Rodríguez sostiene que en estos momentos se está produciendo una anomalía, buscando viviendas de dos o cuatro habitaciones.

En InmoLalín indican que el perfil habitual es el de tres estancias y 90 metros cuadrados, mientras que en GF Inmobiliaria observan una predilección por los inmuebles de dos habitaciones y 80 metros cuadrados.

El interés por el rural decae tras el impacto a raíz de la pandemia

El estallido de la pandemia provocó que los compradores echaran la vista hacia el rural. Sin embargo, a medida que la normalidad se impuso, también lo han hecho estas conductas. Desde GF señalan que la compraventa de inmuebles en el rural se estabilizó. «Las casas que hay están muy deterioradas y la gente no dispone del dinero para comprar y restaurar. Los precios pueden oscilar entre los 50.000 y mucho más de 100.000 euros, todo en función del terreno y el estado de la casa», explican. Alejandro García asegura que esta conducta no ocurrió en A Estrada al mismo nivel, apuntando a un cambio a partir de la aprobación del plan urbanístico, con costes poco asumibles para la población.

Algunas inmobiliarias han observado un mayor interés por parte de personas de Madrid y otros puntos de España, que piden información sobre precios en el rural de las comarcas.