Las pensiones aumentarán 19,5 euros de media en las comarcas

David Cofán Mazás
david cofán LALÍN, A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

miguel souto

El incremento medio en A Estrada es de 20,01, por los 17,15 de Rodeiro

26 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno central aprobó en el día de ayer la esperada revalorización de las pensiones para este año 2022. Una medida con la que se producirá un crecimiento del 2,5 % en las contributivas y pasivas (correspondientes a trabajadores del Estado) y un 3 % en las pensiones mínimas, no contributivas y prestaciones por hijo al cargo. Todas las pensiones, bien sean de viudedad, por jubilación, orfandad o incapacidad verán aumentadas sus pagas mensuales. El Ejecutivo destinará un total de 6.500 millones de euros para pagar esta revalorización que afecta de diferente forma a los más de 20.000 pensionistas que viven en las comarcas de Deza y Tabeirós, un 29,4 % de las 69.034 personas que habitan en la zona.

En función del concello y la comarca en la que residan, la cantidad extra es diferente, aunque en este caso las variaciones son mínimas comparados con otras zonas de Galicia. Según datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), la media del aumento en los concellos de Tabeirós-Terra de Montes es de 19,81 euros, por los 19,2 con los que se subirán las prestaciones en Deza. El importe medio de las pensiones en esta comarca es ahora de 787,4 euros, por los 768,2 en los que situaba la cuantía en el 2020. En Tabeirós se pasó de 792,93 a 812,13 euros.

Las diferencias también son más ostensibles en función del municipio. El concello más beneficiado por la subida de las pensiones es el de Cerdedo-Cotobade, que además cuenta con la media más alta de la zona con una cuantía de 897,88 euros, frente a los 875,98 que se marcaba en 2019, un aumento de 21,9 euros. Después se sitúa A Estrada, donde percibirán de media 820,38 euros, 20,01 más. En el tercer escalón de este podio se encuentra Lalín con un incremento 19,87 euros al situarse ahora en 814,47. Otras subidas destacadas son las de Silleda y Vila de Cruces, que con este aumento del 2,5 % los pensionistas que residan allí verán aumentado su importe en 19,29 y 19 euros respectivamente, pasando la pensión media a los 790,75 y 772,87 euros.

Una subida más moderada se da en los municipios de Agolada (18,74), Dozón (17,87), Forcarei (17,52) y Rodeiro (17,15). Es en este último concello donde se encuentran las pensiones más bajas con una media de 703,05 euros, 15 menos que en Forcarei, que se sitúa en 718,13.

En el caso de las pensiones no contributivas e ingresos mínimos el incremento porcentual es del 3 %. En Deza y Tabeirós-Terra de Montes se benefician de este tipo de prestaciones 1.258 personas, casi el 2 % de la población total. En la comarca más occidental el número es de 452 beneficiarios: 98 en Cerdedo-Cotobade, 43 en Forcarei y 311 en A Estrada. En Deza son 806, liderando Lalín con 388, seguida de Vila de Cruces con 123, Agolada con 106, Silleda con 103, Rodeiro con 63 y Dozón con 23.

Lejos de la media provincial

En la comparativa provincial, el incremento en la zona es claramente menor. El importe medio por pensión en la provincia de Pontevedra es de 1.030 euros, por los 1.005 de hace dos años. Una subida de 25 euros en las contributivas y de 30 en las mínimas.

«Esa subida non vale para nada cando os prezos da luz, da auga ou da comida son tan caros»

Los pensionistas de la zona acogen con escepticismo la revalorización de las pensiones aprobada por el Gobierno en el día de ayer. Aunque sea bienvenida esta subida media de casi 20 euros en los bolsillos de los jubilados, el aumento del coste del nivel de vida es tan acusado que consideran que el impacto de esta subida no será suficiente para paliarlo. Así pensaban dos vecinas de Lalín en la tarde de ayer, señalando que «non é unha subida suficiente». Argumentaban que «non vale para nada cando os prezos da luz, da auga ou da comida son tan caros».

Aseguraban que, por ejemplo, hacer la compra cada vez es más caro. «Todo creceu moito, nótao calquera que vaia ao supermercado a facer a compra», apuntaban, insistiendo en que «non vale para nada». Para paliarlo, apuestan por una reducción de los gastos del día a día para que la subida en sus pensiones sea palpable en sus bolsillos a final de cada mes.

Las plataformas de jubilados mantuvieron una larga lucha en las calles hasta el inicio de la pandemia con manifestaciones semanales para exigir unas prestaciones dignas y frenar su pérdida de poder adquisitivo, vinculando el aumento al IPC del ejercicio anterior, algo que no parece corresponderse con este incremento.