Aportó a alumnos del instituto Laxeiro herramientas para combatir la ansiedad
02 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Al objeto de prevenir suicidios entre jóvenes, dos mil escolares gallegos están llamados a participar desde el próximo mes en un proyecto, diseñado en Suecia y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), llamado YAM. Para ello se formaron profesionales; especialistas en psiquiatría, pedagogía y enfermería, que acudirán a colegios para impartir charlas a alumnos que cursan tercero de ESO. Y es que en centros educativos e institutos se detectan problemas de ansiedad, y el profesorado busca ya el apoyo de profesionales. Ha sido el caso de la psicóloga lalinense Ana García García que recientemente habló de este trastorno a alumnos del Laxeiro.
—¿Cómo se gesta exactamente su participación en dicha charla?
—El pasado 13 de noviembre impartí una conferencia para los alumnos de bachiller del Instituto Laxeiro sobre el trastorno de la ansiedad, después de que una profesora detectase varios alumnos con este tipo de problemas. Le pareció buena idea dar una charla sobre el tema para que entendiesen lo que es la ansiedad, por qué se produce y qué herramientas se pueden utilizar para combatirlas.
—Pero, ¿por qué hay cada vez más cuadros de ansiedad?
—Siempre hubo problemas psicológicos en las personas pero se hablaba y se trataban menos, o simplemente no se trataban. Cuando un adolescente tenía ansiedad se decía que era un chico «nervioso». Hoy en día, por suerte, y cada vez más todo esto se está normalizando y se habla de estas cuestiones abiertamente.
—¿Qué factores pueden desencadenar ese aumento exponencial de casos?
—El ritmo de vida que llevamos, las exigencias y el perfeccionismo de los adolescentes los llevan a tener problemas de ansiedad y también a no tener las herramientas adecuadas para afrontar los diversos problemas que les van surgiendo.
—¿Un cuadro de ansiedad puede desencadenar en una tendencia suicida?
—Un cuadro de ansiedad puede asociarse a pensamientos y conductas suicidas. Las personas con trastornos de ansiedad muestran un mayor aumento de la ideación suicida que aquellas personas sin trastorno de salud mental y aumentando el riesgo, si a este trastorno le sumamos depresión o un problema derivado por abuso de sustancias.
—El proyecto YAM, mencionado al inicio de esta entrevista, llegará a cuarenta centros gallegos en el mes próximo. ¿Quiere esto decir que nuestros jóvenes pasan por unos momentos especialmente delicados desde el punto de vista mental?
—Cada vez nos preocupa más la salud mental de nuestros jóvenes ya que un gran porcentaje sufre o ha sufrido algún tipo de trastorno. España es el segundo país europeo, después de Suecia, que se muestra más preocupado por la salud mental. El 59 % de los jóvenes, con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años, afirman haber sufrido algún problema de este tipo, y a medida que pasan los años la edad en que comienza el trastorno es cada vez más temprana.
—¿Dónde radica el foco del problema? ¿Qué propicia esta situación?
—A raíz de la pandemia esto ha empeorado, al igual que la tasa de suicidio y autolesiones. La situación sanitaria y el confinamiento fueron factores desencadenantes para pacientes que ya tenían dificultades siendo su evolución peor. Todo esto lo estamos comprobando en nuestra consulta donde el aumento de pacientes es claramente notable, respecto a fechas anteriores, y llegamos a tener lista de espera e incluso atender a nuestros pacientes los sábados.
«Saber escuchar y fijarnos en el lenguaje no verbal es también muy importante»
Ana García lleva 10 años al frente de la clínica multidisciplinar lalinense, en la que cuenta con dos compañeras de trabajo: una logopeda y una pedagoga, «con las que formamos un gran equipo», en un contexto en el que hablar de salud mental sigue siendo un trabajo constante. «Todavía no hemos llegado al punto de normalizar este tipo de trastornos como lo hacemos con otro tipo de enfermedades, pero cada vez son incluso, los propios menores los que piden a sus padres venir a consulta», explica la psicóloga. El hecho de que sean los jóvenes los que solicitan terapia ayuda en gran medida a que la evolución sea más favorable y rápida, constata la especialista.
La detección de estos trastornos en el ámbito familiar y escolar es fundamental para atajar situaciones que pueden tornarse complicadas. «Tanto en la detección del problema, como en la prevención o solución, las familias tienen un papel fundamental», argumenta Ana García. Recomienda el diálogo con los jóvenes para saber cómo se sienten, conocer sus inquietudes, las relaciones con sus iguales... «estar atentos desde la familia y el colegio a posibles cambios es esencial, y si ven que el problema se complica o no lo dan controlado, pedir ayuda a un profesional es el siguiente paso», insiste.
Los profesores también juegan un papel importante en la detección de los problemas psicológicos de sus alumnos, argumenta, al igual que los equipos de orientación de colegios e institutos. «Tal como evolucionamos un plan de salud mental será esencial. La educación es una herramienta muy poderosa de prevención. Debemos tomarnos en serio los problemas de los jóvenes para que no desencadenen en cosas más graves. Es importante saber escuchar y fijarnos en el lenguaje no verbal».