La inestabilidad frenó a la velutina y se espera una buena producción
29 jul 2024 . Actualizado a las 22:01 h.Si en los últimos años los apicultores del interior llevaban acumulando malas cosechas, esta temporada, a punto de iniciarse la recolección, la cosa pinta bien. Por una vez, ayudó el tiempo que evitó meses de presión de las velutinas que están llegando tarde, respecto a años anteriores. Las lluvias fastidiaron alguna producción, como fue el caso de la del eucalipto en la costa que, apunta la presidenta de la IXP Mel de Galicia, Esther Ordóñez, «foi nula ou moi baixa» porque aunque hubo una buena floración, «empezou a chover, as colmeas estaban moi desenvoltas e o quedar dentro as abellas consumiron moito alimento». Pero se mantuvo «a de castiñeiro e a de silva a que se sumou unha importante produción da de brezo» que en el interior también los apicultores pudieron aprovechar bien y que ayudó a recuperar.
Aunque este año parece que la producción de miel será buena, o al menos aceptable, Ordóñez no olvida los problemas a los que se sigue enfrentando el sector. Al cambio climático y los vaivenes de tiempo se suma la lucha contra la varroa que es una de las principales causas de mortalidad de la abejas. Y a los que se suman las velutinas y la competencia de mieles llegadas de fuera, especialmente de China que compiten, explica Ordóñez, «con prezos ilóxicos» y suponen una competencia desleal.
Desde la IXP Mel de Galicia, apunta, pedirán a la Xunta un plan estratégico para el sector de la miel que considera, es muy necesario para hacer frente a todos esos problemas. En cuanto a las mieles llegadas de fuera explica que «nos podemos atopar nove ou dez países nun bote de mel. Moitas veces os poñen con abreviaturas e son difíciles de ver», añade. Desde la IXP reclaman «parámetros máis restritivos que a norma de mel a nivel nacional para ter esa calidade diferenciada». Al consumidor le piden que mire la contra etiqueta donde el sello de Mel de Galicia garantiza «que esa mel pasou todos os controis dende a colmea ao punto de venda e que é mel cen por cen galega». A ellos les recuerda que «o sector apícola é un sector estratéxico, e o que se faga co sector apícola non so o beneficia a el senón que é un sector que repercute no sector agrícola, gandeiro, en alimentación humana e en manter a biodiversidade de Galicia, co que apoiando aos apicultores galegos nos estamos beneficiando todos». Recalca que «aínda que se poda importar mel o que nunca se vai poder importar é a polinización, que esa si que a teñen que facer as abellas e os apicultores no noso territorio» y defiende la apicultura como «un modo de vida e un mantemento do rural». La provincia de Pontevedra tiene registrados a 11 envasadores, de los cuales 7 están en la comarca de Deza: 6 en Lalín y uno en Vila de Cruces. A ellos se suman uno en Vigo, otro en As Neves, otro en O Rosal y uno en Soutomaior.
Fórmulas magistrales para la diversificación con productos cosméticos
Las enormes cualidades de la miel son indiscutibles y este producto natural cada vez tiene más aplicaciones. Una de ellas es la cosmética. La presidenta de la IXP Mel de Galicia destaca el proyecto Belacolmea de cosmética natural de Galicia que, explica, «fíxose para crear produtos naturais elaborados con mel». Señala que ya había apicultores que utilizaban parte de la miel que recogían para elaborar jabones o algún otro producto, pero la iniciativa nació para ayudarlos a dar un paso más.
Esther Ordóñez indica que «se lles facilitan unha serie de fórmulas maxistrais para que podan elaborar eses produtos». El objetivo es impulsar un poco la diversificación a través de estas líneas y que estas puedan suponer una fuente de ingresos extra con un abanico de productos que incluye diferentes tipos de cremas y jabones.
Juan Carlos Cernadas:«Este año la calidad va a ser muy buena pero se retrasó todo»
Juan Carlos Cernadas comercializa su miel bajo el nombre de A Raíña de Vela. Cuenta que «este año hubo menos eucalipto porque hubo mucha lluvia y mucho viento en la zona atlántica, pero recuperamos un poco con el castaño y la silva». Este apicultor de Soutomaior explica que «esta temporada se fue retrasando todo» y tenía previsto comenzar estos días la recogida de miel. Calcula que «será como el año pasado, quizás un poquito menos, pero será un año bueno y la calidad va a ser muy buena. Ahora hace sol y eso está ayudando».
En cuanto a las velutinas, apunta, «este año está la cosa bien». Destaca que «se hizo mucho trampeo a través de la agrupación apícola que recibieron ayuda de la Xunta». Señala que «en mi zona siempre trampeo, en mi pueblo y en los pueblos de alrededor, y este año a mayores coloqué catorce trampas de las que reparte Seaga repartida en varios pueblos de la zona».
Y aunque las condiciones meteorológicas contribuyeron a frenar a las velutinas hay otros problemas. Uno de ellos es la varroa a la que se enfrentan año tras año. Esta temporada, indica, «hubo un ataque fuerte a principios de año». En cuanto retire la miel, añade, «casi seguro que habrá que hacer un tratamiento, yo lo haré en ecológico».
La producción bajó. «En los últimos años la cantidad de miel es bastante corta, 12 kilos por colmena cuando antes estaban en 20 por colmena», afirma. Cernadas se queja también de la competencia de mieles de fuera que «no tienen las mismas garantías, muchas veces viene contaminada con productos fitosanitarios que aquí están prohibidos».
David Liñares: «O futuro pasa por estar nos estantes dos supermercados»
El apicultor lalinense David Liñares, de De Liñares, coincide con los apicultores de otras zonas de la provincia que «o eucalipto, perdeuse por completo e vai a haber moi pouquiña; a segunda foi a de brezo, que se comportou bastante ben, e silva e castiñeiro a estiveron metendo ata fai uns días». Comparado con otros «vai ser un ano normal, e bo comparado co ano pasado», afirma.
Una situación que anima a los apicultores después de encadenar varias temporadas nefastas que minaron la moral. Con la varroa, dice, «hai que ter ollo e preparar os tratamentos e facelos ben cando se saque o mel. É a principal causa de mortalidade das abellas». Para este apicultor dezano el futuro del sector apícola pasa «por buscar un prezo axeitado ao mel e vendelo conforme hai que vendelo». Para ello cree que no es cuestión de promoción «senón de concienciación e que os apicultores podan ter o mel onde teñen que telo para que a xente o poda mercar. Ti vas aos supermercados e nos lineais ves dúas ou tres marcas e o resto son meles de fora e o final os apicultores de aquí non podemos competir porque non temos acceso a estar aí».
Los apicultores con una producción media o alta, explica, «non teñen acceso a estar nos lineais dos supermercados e o que lles queda, as veces, é vender a mel a granel e así o prezo é moi baixo». Para facilitar ese acceso ve necesario «que se controle o mel porque se está importando moito mel de fora con prezos baixos que está competindo co noso. O que debían regular é iso, andan facendo un borrador para por os porcentaxes da mel, pero iso non vai ser suficiente», opina.
Fernando Fernández: «En febreiro viñeron 20 ou 30 días quentes e o mes de maio non veu bo»
Que el tiempo está cambiando es algo que los apicultores constatan de cerca. Fernando Fernández García, de Xesteiras, en la parroquia lalinense de Sello, explica que «en febreiro viñeron 20 ou 30 días quentes, en marzo houbo 20 días de frío e o mes de maio non veu moi bo, houbo picos que prexudicaron». «Non están vindo uns anos graduais, todo ven cambiado de tempo». En su caso, cuenta, tuvo bastante mortandad en las colmenas a principio de temporada a causa de la varroa y un tratamiento que no les fue efectivo. La inestabilidad meteorológica que se vivió en primavera tuvo un efecto positivo y fue el de retrasar la llegada de las velutinas que a principios de este mes de julio aún no se veían apenas en las colmenas de la zona y demoró su aparición.
Fernández García apunta que «a velutina dependerá de como veña setembro e outubro e incluso novembro co que sería convinte que viñera algo de temporal aí para setembro como viñan fai anos e que en outubro chovera pero os últimos anos foron meses bastante cálidos». En la comarca de Deza la miel se recoge a finales del mes de agosto o principios de septiembre.