En el 2023 hubo 334 alumbramientos por 913 fallecimientos, lo que arroja un saldo vegetativo negativo en 579 personas. Uno de los peores de la provincia
23 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.A nadie se le escapa que las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes son territorios altamente envejecidos. La natalidad ha caído a plomo en la última década y ahora se encuentra estancada. Por otro lado, como la población es más mayor, la mortalidad crece. El resultado es la pérdida de habitantes y el paulatino freno al desarrollo económico. Más allá de dar un paseo por cualquier núcleo de población de la zona, la situación demográfica se puede comprobar más fehaciente a través de los indicadores demográficos que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) relativos al 2023.
El estudio señala que en Deza-Tabeirós el saldo vegetativo es negativo en 579 personas. Ello significa que hubo casi seiscientas muertes más que nacimientos. El año pasado se contabilizaron 334 nacimientos, mientras que los fallecimientos casi triplicaron esta cifra al situarse en 913. Números que aunque imponentes, siguen el mismo patrón que la práctica totalidad de los concellos gallegos, con las únicas excepciones de Ames, Corcubión y Oroso.
En cuanto al saldo vegetativo, la mayor pérdida se dio en Forcarei, con -19,1 personas por cada mil habitantes. La siguiente ratio más alta entre nacimientos y defunciones es la de Dozón -17,9, seguido de Rodeiro (-13), Vila de Cruces (-12,2) y Agolada (-12). En A Estrada el saldo vegetativo es negativo en 9 personas y después están Silleda (7,4) y Lalín (6,5). Aunque la capital dezana sea la que tiene mejores cifras, fue la segunda que más población perdió en este conteo (131). En la cima está A Estrada, con 181 fallecimientos más que nacimientos. El resto de concellos son Silleda (66), Vila de Cruces (62), Forcarei (61), Rodeiro (30), Agolada (28) y Dozón (20).
Agolada tiene la tasa de natalidad más elevada y Forcarei la más baja
La tónica de la baja natalidad se confirma un año más, aunque gana un nacimiento respecto al 2022. Estancada, la tasa de natalidad más elevada de las comarcas pertenece a Agolada, donde en el último año se produjeron 7,3 nacimientos por cada mil habitantes. Es junto con Barro y Ribadumia el mejor dato de la provincia de Pontevedra. En total nacieron 17 bebés en el municipio dezano durante el 2023.
La siguiente tasa de natalidad más reseñable es la de Vila de Cruces, con 6,5 nacimientos por cada mil habitantes, seguida por Silleda (6,2). El caso silledense es más destacado puesto que cuenta con prácticamente el doble de población y va en sintonía con el lento pero firme crecimiento poblacional que está experimentando en los últimos años. Después está Lalín (5,5), Rodeiro (4,8), A Estrada (4,7), Dozón (3,6) y Forcarei (2,2).
En cuanto a los nacimientos totales, la mayor natalidad se dio en Lalín con 112 alumbramientos, 17 más que en A Estrada (95). En Silleda hubo 55, en Vila de Cruces 33, en Agolada 17, en Rodeiro 11, en Forcarei 7 y en Dozón 4. Preocupante el dato en el municipio de la Terra de Montes, puesto que tiene la mitad de nacimientos que concellos con menor población como Rodeiro y Agolada, mientras que supera por los pelos a Dozón, donde residen poco más de mil personas.
Muertes
La estadística de fallecimientos arroja una tasa muy elevada en Forcarei y Dozón, con 21,3 muertes por cada mil habitantes. También es especialmente alta en Agolada (19,4), Vila de Cruces (18,7) y Rodeiro (17,8). Más discreta es en A Estrada (13,7) y Silleda (13,6). Lalín se coloca como el ayuntamiento con la tasa más baja, con 12 muertes por cada mil habitantes. De los 913 fallecidos, 276 son de A Estrada, 243 de Lalín, 121 de Silleda, 95 de Cruces, 68 de Forcarei, 45 de Agolada, 41 de Rodeiro y 24 de Dozón.
La esperanza de vida de los gallegos aumenta hasta los 83,6 años, justo en la media provincial
Otro de los datos que recoge el informe demográfico del INE es el de la esperanza de vida al nacer. En este estudio no se precisa el dato municipal, teniéndonos que conformar con los indicadores provinciales y autonómicos. En Galicia la esperanza de vida se sitúa en los 83,6 años, escalando de los 83,2 del 2022. La cifra es idéntica a la media de la provincia de Pontevedra, donde un pontevedrés nacido el año pasado aspira a vivir 83,62 años.
Las mujeres son más longevas, con 86,63 años de media, mientras que los hombres alcanzarían los 80,49 años de media. A nivel provincial es la segunda esperanza de vida más alta tras la de A Coruña (83,72). Asimismo, los hombres pontevedreses son los que tienen la segunda tasa más baja, solo superados por los ourensanos (80,2).