
Sus compañeros de trabajo lo apuntaron al programa sin que supiera nada, y aunque no triunfó en el amor, asegura que repetiría la experiencia sin dudar
24 ene 2025 . Actualizado a las 16:38 h.Presentado por Carlos Sobera, First Dates es un fijo en la parrilla televisiva desde hace una década. El secreto de su éxito es reunir en una cena romántica a personas de lo más variopintas que, en principio, están buscando el amor verdadero. Por el programa han pasado cientos de personas —y personajes—, entre ellas se encuentra el lalinense Carlos Guitián, que dejó el pabellón bien alto con una actuación comedida y sin estridencias, algo para nada habitual en el show que emite cada noche Cuatro.
Ingeniero biomédico de 28 años y con el deporte y los viajes como grandes aficiones, tuvo una cita con Marta, andorrana residente en Madrid de 25 años que trabaja como responsable de comunicación en una marca de ropa. Carlos asegura que la idea de ir al programa no surgió de él, sino de sus compañeros y compañeras de trabajo. «Fai uns anos que me inscribiron e como quedara solteiro estaban coa coña de haber que facía. Eles encheron o cuestionario por min, non sabía nada de nada, e despois contactaron comigo directamente dende o programa», recuerda.
Una vez pasó el primer filtro, en First Dates le hicieron una entrevista para conocer cuál es su mujer ideal, así como preguntas personales y aficiones para encontrar la cita perfecta. «Atopáronme esta rapaza coa que coincidiamos en case todo», asegura. Encantado con la experiencia, Carlos reconoce que lo peor fue el «tute» de tener que ir a Madrid y volver en el mismo día. «Saín as cinco da mañá e volvín a unha ou dúas a casa», apunta.
Baile y gastronomía
Pero, ¿cómo le fue la cita a Carlos? Bueno, a pesar de causar una grata impresión en Marta, esta declinó tener otro encuentro con el lalinense. Sobre su prototipo de mujer, él señaló que le gustan «pijas, pero que no sean superficiales, me gustan cultas y con inquietudes». También ganó puntos cuando explicó que trabajaba diseñando implantes a medida para traumatología veterinaria, o su afición al rugbi —juega en el Coreti Lalín—, al senderismo y a viajar. Esta última es sencilla de corroborar, ya que el propio Carlos nos atendió desde Tailandia.
Tras comentar que les gustaba bailar, el programa decidió ponerlos a prueba. En efecto, Carlos demostró tener dotes de baile, pero ni con esas cambió la idea de Marta. No obstante, hubo un momento de la cita en la que enarboló la bandera de Lalín para hablar de las bondades de su plato estrella.

Todo surgió a raíz de que Marta nunca había estado en Galicia —algo imperdonable— y deseaba probar su gastronomía. Tras invitarla a venir, Carlos tuvo que incluir el cocido entre los platos típicos que ella enumeraba: «Yo soy de Lalín y tenemos un cocido especial, no es como el madrileño».
«A pesar do non, paseino xenial. Coñecín a Marta e seguimos tendo algo de contacto por Instagram, é unha rapaza moi simpática. Non ía con pretensións de nada, se volven a chamar e é unha muller simpática, afable e agradable, repetiría», asegura.