Lunes de pasión entre velas y linternas

r. r. / r g. / j. b. LALÍN, A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Aviso de cierre en una peluquería de A Estrada
Aviso de cierre en una peluquería de A Estrada R. G.

En el caos eléctrico se encendió la bombilla de la supervivencia y la querencia por los bares

30 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El lunes más atípico en décadas desató pasiones dispares en Deza y Tabeirós-Terra de Montes. Por un lado, pudo corroborarse lo poco previsores que somos. Muchos comprobaron con horror al rebuscar en los cajones de casa que carecían de velas, linternas o pilas. Y las colas no se hicieron esperar en bazares chinos o ferreterías. Por otro lado, se activó con fuerza el gusto por el terraceo, por la conversación de bar aunque la cerveza esté menos fría de lo deseable. Como pueden imaginarse, el caos con la electricidad, la telefonía o las redes sociales se convirtió casi en exclusivo tema de charla. Igual también el puente festivo del Primero de Mayo lo esgrimieron los más afortunados.

El apagón generó pasado el mediodía una reacción en cadena, con el progresivo cierre de negocios o supermercados. Tan solo los grandes hipermercados, de firmas como Mercadona, Carrefour o Gadis, atendieron a un público creciente ansioso por abastecerse de comida, al contaron generadores. El comercio en general bajaba la reja, en ocasiones con dificultades al verse obligados a recurrir al método manual, mientras proseguía la caza de generadores, bien escaso y que muchos no lograron encontrar, junto a linternas, velas o pilas. En este caso resultaba más fácil, con colas en algunos establecimientos y con el dinero en efectivo cobrando un protagonismo cada vez menos habitual en nuestros días. En muchas localidades se agotaron esos utensilios para iluminarnos o incluso los hornillos a gas.

No faltaron todo tipo de anécdotas, como la elaboración de un menú para 17 comensales en el restaurante Cabanas de Lalín a la luz de las linternas, ya que la cocina sí funcionaba a ir a gas. Hubo avalancha en panaderías, ultramarinos y tiendas con comida que lograron permanecer abiertas, como también en las gasolineras que pudieron mantenerse en servicio, como por ejemplo en SBC en A Estrada, ya que hubo muchas otras que al carecer de generadores tuvieron que cerrar.

En A Estrada se produjeron varias incidencias durante este lunes. Destacó que tres personas tuvieron que ser rescatadas de ascensores, en dos casos por los propios vecinos con el uso de herramientas y en el tercero por Emerxencias. Dos de los sucesos ocurrieron en la calle Pérez Viondi y uno en la Rosalía de Castro, con uno de los vecinos permaneciendo dentro durante media hora. Además, el personal de Emerxencias atendió inundaciones en varios garajes de la avenida de Santiago, ya que nace agua del subsuelo y se requiere equipo de bombeo todo el año.

Al margen de problemas, trastornos y quebraderos de cabeza hubo muchos que decidieron aprovechar el buen tiempo y la libertad laboral para disfrutar del terraceo. En los locales abiertos de hostelería en Lalín se exprimió al máximo el horario de luz, con mesas ocupadas y mucha gente en las barras. También ocurría en A Estrada con los locales que estaban abiertos. Como A lacena de Chucha que, situada en pleno centro, trabajó a destajo. Según explica uno de los socios del negocio, Miguel Areán, fue un día «de locos» en el que incluso llegaron a agotarse la cerveza y algunos refrescos. «Foi un día duro de levar para os traballadores porque houbo moitísimo traballo, pero tamén un día especial. Ao non haber móbiles, notábase un ambiente moi distendido, coa xente falando, con moita relaxación e bo rollo», cuenta.