Una comunidad de vecinos de A Estrada urge el cierre de un almacén de madera en el bajo de su edificio
DEZA

El negocio no tiene licencia pero está en proceso de legalización
20 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los vecinos del edificio Vila de Cruces, situado en el número 2 de la Rúa Pozo do Barro (la antigua segunda travesía de Fernando Conde) están en pie de guerra contra el almacén de madera que lleva años instalado en la planta baja del inmueble.
Según aseguran, en el bajo del edificio pervive un negocio de almacén y venta de madera que no cumple con las medidas de seguridad más básicas. «É un auténtico polvorín», se quejan los residentes en un edificio que suma 17 viviendas. «No baixo hai carretillas elevadoras con gasóleo, madeira apiada á sorte de Deus ou aceites, sen extintores nin sistemas de alarma nin ningunha medida de prevención de incendios», aseguran. «Calquera día arde todo e o seguro non nos cubre», temen.
La lucha de los vecinos contra esta actividad se remonta al año 2011, cuando la comunidad presentó un escrito en el Concello pidiendo que se tomasen medidas ante el ejercicio de la actividad de almacenamiento de madera sin licencia. Ante la persistencia del problema, en el año 2023 presentaron otro solicitando información sobre las actuaciones llevadas a cabo por el Concello. Tampoco hubo respuesta, lo que hizo que la petición se reiterase en el 2025, con igual resultado. «Frente a la inactividad del Ayuntamiento», la comunidad de vecinos se propone presentar una reclamación ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno.
Desde el Concello informan de que efectivamente la actividad desarrollada en el bajo carece de licencia, por lo que hace tiempo que se ha ordenado su paralización. Ante las sospechas de que la actividad podría seguir desarrollándose de forma clandestina, la Policía Local está haciendo un seguimiento del caso, con inspecciones periódicas en las que en ocasiones se ha constatado que el almacén seguía funcionando, lo que dio lugar a la apertura de algún expediente sancionador. Según explican desde el gobierno local, el propietario del negocio ha presentado una solicitud de legalización. La actividad es legalizable, limitando el volumen de madera e implementando medidas de extinción de incendios, pero la solicitud tardó en presentarse y está todavía sin resolver.