
Es más del doble de lo que ardió en todo el año pasado en las dos comarcas.
18 jul 2025 . Actualizado a las 18:40 h.Hoy, a las 11.56 horas, la Consellería de Medio Rural dio por extinguido el incendio iniciado en Val do Boi, en Lalín, que ayer quedó controlado desde las 9.13 horas. FInalmente afectó a un total de 83 hectáreas, siendo el mayor incendio que se produjo en la zona de los últimos años. Fueron 50 hectáreas de monte arbolado y 33 de raso.
Es más del doble de la superficie de monte quemada que la que ardió en todo el año pasado en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes. La Xunta cifraba en 37,67 las hectáreas quemadas en las dos comarcas a lo largo del pasado ejercicio. De este total, 11,34 hectáreas habían sido de monte arbolado y las 36,28 hectáreas restantes de superficie rasa.
Para las labores de extinción se desplegaron una gran cantidad de medios tanto aéreos como terrestres. Fueron 3 técnicos, 12 agentes, 22 brigadas, 21 motobombas, tres palas, tres unidades técnicas de apoyo, siete helicópteros y seis aviones los medios desplegados y que participaron desde el inicio del incendio a las 13.07 horas del miércoles en los trabajos de extinción
En el de Val do Boi, también se produjo una rápida movilización de medios tanto terrestres como aéreos, pero las dificultades del terreno, el viento, la extrema sequedad o una cantidad ingente de maleza, complicaron las cosas. .
Este último incendio echa abajo las últimas estadísticas positivas, especialmente las del pasado año en el que nos e registró en la zona ningún gran incendio. Si en pasadas campañas, la mayoría de los focos que se producen en la zona se consideraron intencionados, en estas últimas semanas, al igual que ocurrió con el de Val do Boi, el origen fue una chispa procedente de alguna máquina que llevaba a cabo labores agrícolas. Afortunadamente los incendios anteriores por esta causa que tuvieron lugar en las últimas semanas se quedaron, en algún caso, tan solo en un conato o con una mínima afección.
No fue así con este en el concurrieron circunstancias que ayudaron a que el fuego avanzase. Hubo suerte en Busto, donde la rápida actuación y un gran despliegue de medios consiguió controlar con rapidez unas llamas que, de otra forma, habrían arrasado las repoblaciones de árboles que la comunidad de montes mantiene en O Carrio.