
Las fuertes lluvias primero y el calor después afectaron a los colmenares
22 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Comienza la recogida de miel en la zona, con la que algunos de los apicultores se pondrán ya manos a la obra la próxima semana. Una recogida ante la que algunos muestran esperanza, después de una campaña bastante mala. Empezó con el pie izquierdo, tras tres meses de lluvia constante en febrero, marzo y abril, que impidieron un buen desarrollo de la primera recogida del año. «Contábamos cun ano catastrófico, a finais de maio e principios de xuño morrían as colmeas coa fame», indica Antonio Gómez Tapia, de Mel do Saldoiro.
Debido a las abundantes precipitaciones, los animales fueron incapaces de aprovechar el néctar del brezo, por lo que se vieron obligadas a recurrir a sus reservas y a aquello que tenían almacenado. «Entón chegaron a xuño sen reservar», apunta Antonio Gómez. La situación fue igual de negativa para David Liñares, apicultor lalinense quien al principio de la campaña, pensaba que sería «o peor ano da historia». «En maio non había mel, entón esa recollida non a fixemos», señala.
Repunte
Fue a mediados de la campaña, sobre la segunda quincena de junio, cuando la situación se estabilizó y se pudo empezar a ver la luz al final del túnel. «Ao final vai ser unha colleita aceptable», indica Antonio Gómez, que explica que en la segunda quincena de junio repuntó gracias al castaño y la zarza, donde las abejas encontraron más néctar que en el anterior mes. David Liñares coincide en que la situación mejoró en esta franja, aunque las altas temperaturas y la ausencia de lluvia desde principios del mes de julio, han perjudicado mucho la cosecha.
Menor producción
La temperatura media a la que puede estar una colmena es de 24 grados, por lo que el calor no es un problema para las abejas en este sentido. Como comenta David Liñares, ellas mismas ventilan el ambiente, y es mucho más difícil cuando la situación es a la inversa. En invierno, cuando en ocasiones tienen que pasar de cero a casi 35 grados.
No obstante, el calor y la sequedad del clima a lo largo del mes de julio y agosto ha provocado que muchas flores se sequen, ya que para generar néctar, es necesario que exista cierta humedad. Esto ha perjudicado significativamente el trabajo de las abejas, y, por lo tanto, se ha notado un importante descenso en la producción de la miel.
En el caso de Mel de Liñares el año pasado tampoco ha sido bueno, y este tampoco levanta cabeza, ya que calcula que será incluso un poco peor. De hecho, señala que la producción de esta campaña rondará un 45% menos en relación a un año estándar. Por su parte, Mel do Saldoiro acaba el verano con mejor sabor de boca y esperando mejores resultados que el año pasado, a pesar de que al principio pintaba muy mal. «A min sobre dez colmeas morréronme de fame», reitera Antonio Gómez, que explica lo mucho que ha afectado la lluvia a la cosecha.
Las velutinas, otro dolor de cabeza para los apicultores: «Non nos dan tregua»
El calor está perjudicando a las abejas ,atrayendo a sus principales enemigas: las velutinas. A pesar de que la situación no es tan crítica como hace dos años, se están viendo muchas más velutinas que el año pasado, según señala David Liñares. «Conforme avanza o verán non nos dan tregua, dannos máis por saco», bromea el apicultor, que explica que cuanto más altas son las temperaturas, más se dejan ver por los colmenares estos animales.
Esto supone un grave problema, debido a que las velutinas bloquean las colmenas e impiden a las abejas salir a buscar agua y alimento. Lo cual obliga a los apicultores a estar muy pendientes de su alimentación, ya que al no poder salir al exterior, utilizan las reservas que guardan en la colmena.
Trabajo extra
Se trata de una difícil batalla para aquellos profesionales que disponen de muchos colmenares, como es el caso de David Liñares, ya la tarea de implementar métodos contra las velutinas se complica para ellos. «Nos temos sobre dezasete apiarios, e non podemos estar en todos cada día», explica.
La semana que viene empieza la segunda recolecta del año, la primera para algunos
La semana que viene tanto David Liñares como Antonio Gómez empezarán con la recolecta de miel, que normalmente corresponde a la segunda del año si las condiciones son óptimas. Posteriormente, a principios del mes de septiembre se extraerá, ,como indica Antonio Gómez. Se trata de la primera recolecta de la campaña para algunos, como David Liñares, que este año aún no han tenido suerte. «Imos facer agora a recolecta global», explica.
A pesar de las leves mejoras de estos últimos meses, la escasa lluvia en julio y agosto han hecho mella en la cosecha. Esto ha provocado que las expectativas de cara a este nuevo intento tampoco sean muy altas. «Fai uns días estivemos revisando xa cómo estaban os apiarios e sacamos un montón de caixas baleiras, porque non as encheron coa seca», adelanta David Liñares.