Vilatuxe puso fin a casi 25 años de espera por la parcelaria

David Cofán Mazás
David Cofán LALÍN / LA VOZ

DEZA

Adrian Freiria

Alfonso Rueda presidió el acto de entrega de títulos de propiedad, certificando la reorganización de un terreno que pasa de más de 4.000 parcelas a unas 1.200

06 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La parroquia lalinense de Vilatuxe vivió este viernes una jornada muy importante. En un día gris y lluvioso, más de medio millar de vecinos pusieron fin a 24 años de espera respecto al proceso de concentración parcelaria, recogiendo sus títulos de propiedad en un acto encabezado por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, celebrado en el auditorio. Los asistentes acudían con una sonrisa a recoger sus ansiados certificados de propiedad, sin embargo los bandazos del procedimiento generaron en la mayoría un popurrí de sentimientos entre el cansancio por la tardanza y el alivio por ver cumplida la reorganización.

El proceso, que comenzó en octubre del 2001 con la aprobación del decreto, remataba casi un cuarto de siglo después. «Grazas a Deus acabou a concentración», ironizaba el alcalde de Lalín, José Crespo, quien entendía el malestar ocasionado por la lentitud de la operación y cargaba contra un «sistema garantista». «É un cambio moi importante para a parroquia, a pena é que non se fixera antes, que era máis doado», señalaba el regidor.

Con todo, Crespo puso en valor el esfuerzo de la Xunta para acometer esta concentración parcelaria. Recordó que invirtieron para ello unos 4 millones de euros, «o máximo na historia de Vilatuxe», y subrayó que se trata de una apuesta «que aínda que non se vexa, da moito rendemento. Son as tripas de Galicia». En este sentido, aprovechó la presencia de Rueda y la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, para insistir en la necesidad de cerrar las concentraciones abiertas todavía en el municipio.

«

Máis terreos e menos líos»

En cifras, la concentración parcelaria de Vilatuxe afecta a un terreno de 911 hectáreas y a 515 propietarios. El presidente de la Xunta explicó a los vecinos que la reestructuración supone multiplicar por el triple, de media, la superficie de las parcelas, una reducción del 72 %. «Case tres cuartas partes menos de parcelas e máis grandes», apuntó.

«Este é o final dun proceso moi logo, vivino de pequeno co meu pai, que dedicábase a facer concentracións», contaba Rueda, quien incidía en lo necesario de estos procesos, reduciendo la atomización de la propiedad en el rural. «Non é tan lucido como facer unha obra, pero é moi importante. En Galicia temos moitas cousas boas e outras que temos que cambialas a mellor. Queremos cousas ordenadas e seguridade xurídicas. Fincas máis grandes e máis preparadas para traballar», aseguró.

«Isto é un ben para todos, tardou máis de vinte anos dende que empezou, e non foi das máis longas», bromeaba el presidente gallego para a continuación dejar claro que la Xunta no abrirá más procesos de concentración hasta que se cierren los activos. «Este é o camiño», afirmó.

Finalmente, hizo énfasis en el enorme trabajo que supone esta actividad y la mayor productividad que supone un correcto ordenamiento de las tierras. «Isto supón máis terreos e menos líos, que é o que todo o mundo quere para poder traballar e vivir tranquilo. Do que se trata é de modernizar o rural, facelo máis habitable e adaptarnos aos temos para que a xente quede aquí e lle vexa unha utilidade á terra», recalcó Alfonso Rueda.

1.229

Fincas

Parcelas resultantes del proceso de concentración

515

Propietarios

Participaron más de medio millar de vecinos

4 millones

Inversión

La inversión de la Xunta rondó los 4 millones de euros

Siete procesos abiertos para 8.700 hectáreas

José Crespo recordaba que las primeras concentraciones finalizada fueron la de Santiso y Méixome, a las que siguieron la entrega de títulos de Monte Campelo, Monte Roxidoiro, Senín-Monte do Carrio y ahora Vilatuxe. Actualmente hay siete activas: Santa Baia de Losón —que está en fase de acuerdo y declarada su firmeza en el 2023—, Noceda-Anzo-Madriñán-Busto, Val-Bermés-Sello, Goiás-Xaxán-A Veiga, Cercio, Cristimil y Galegos.

Un procedimiento que comenzó en el 2001 y quedó aprobado hace más de una década

El pistoletazo de salida a la concentración parcelaria de Vilatuxe tuvo lugar hace 24 años, en el 2001, cuando se aprobó un decreto cuyas bases definitivas fueron ratificadas seis años después, en el 2007. Un tedioso y complejo procedimiento de reestructuración de la propiedad que continuó en el 2012, cuando dichas bases fueron firmes, y en el 2013 con el visto bueno y el aviso de toma de posesión provisional. Fue hace dos años, en el 2023, cuando se declaró la firmeza del acuerdo de concentración.

Desde entonces se puso en marcha una cuenta atrás que terminó ayer con 911 hectáreas repartidas de la siguiente forma entre 515 propietarios. La distribución inicial de 4.445 parcelas allegadas al proceso se redujo hasta las 1.229 actuales. Asimismo, la superficie media por finca es de 7.158 metros cuadrados, frente a los más de dos mil metros cuadrados de superficie media que conformaban los terrenos.