Gravilla, parches abombados, socavones y demás desperfectos son continuos en la N-640, agravándose especialmente en el recorrido que hace el vial desde A Estrada hasta Agolada. Los usuarios y vecinos de las localidades por las que transita la carretera llevan años reclamando la mejora de una carretera desecha que aguanta con parches precarios. Las intensas lluvias han hecho un flaco favor al pavimento, erosionando aún más el firme.
Aunque desde ayer se han tapado los baches más profundos, concretamente en Ponte Taboada y O Sol (A Estrada), en otros puntos no se han hecho reparaciones y los daños más graves siguen al descubierto. Es el caso de Agolada, donde la portavoz del PP, Carmen Seijas, trasladó al jefe territorial de Carreteras del Estado en Pontevedra una queja vecinal que resume a la perfección el hartazgo de los vecinos y conductores.
Seijas centra su denuncia en el casco urbano agolense, concretamente en la Avenida de Lugo. Afirma que los baches suponen un peligro para el tráfico y origina «molestias importantes á poboación xa que se producen salpicaduras de auga e incluso pedras que son lanzadas polos vehículos pesados ás fachadas das casas e edificios contiguos». Asimismo, explica que, en los días de lluvia, se forman grandes balsas y el agua llega al interior de las viviendas, además de ensuciar constantemente con lodo las puertas y ventanas próximas.
La portavoz del PP solicita que de «as ordes oportunas» para realizar el mantenimiento del pavimento de la carretera N-640 a su paso por el casco urbano de Agolada «para dar así solución a esta situación tan molesta para os veciños e veciñas».