El artista lalinense también hará una obra permanente al recrear la fraga de Catasós
05 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Guillermo Aymerich figura por méritos propios entre los artistas gallegos más destacados de las últimas décadas. Un creador inquieto, viajero, en constante evolución en sus propuestas que abarcan distintas temáticas y especialidades. Ahora asumirá un proyecto-artístico reivindicativo en el Kilómetro 0 de Lalín en el fin de semana de la Feira do Cocido. Una obra efímera, con leche y vino tinto, y otra permanente con las carballeiras de Catasós de protagonistas. La iniciativa partió del regidor, Rafael Cuíña. Además se convierte en la primera iniciativa alternativa para el programa de la fiesta gastronómica del 2016.
El artista lalinense retornó desde China y precisamente recreará en el Kilómetro 0 una escena habitual en ese país asiático desde la Antigüedad. Como explicaba el propio Aymerich, «nos parques chineses é habitual a aparición de cidadáns de certa idade que caligrafian no chan pavimentado, usando como ferramenta un longo pincel de punta esponsoxa e utilizando tan só auga en lugar de tinta». Un ritual que, incide, «alude a manobras caligráficas de autocontrol, rigor-disciplina e mesmo as artes militares», en un proceso constante de ejecución-destrucción «como ciclo vital».
Bajo esos parámetros Aymerich decide plantear en el Kilómetro 0 una iniciativa mixta, con caligrafiado al estilo chino pero en lugar de agua empleará vino tinto, para aportar medios y significados dezanos. Además prevé realizar mediante la técnica del frottage el pintado de la placa de bronce existente en ese neurálgico punto de la capital dezana. Pero en ese cruce de ideas pintor-alcalde aparece un nuevo elemento, que el primero decide introducir en su proyecto. Y es que Rafael Cuíña planteó la posibilidad de emplear leche, en homenaje a los ganaderos que viven un momento complicado por la crisis del sector.
Guillermo Aymerich pintará por tanto en el fin de semana del Cocido alrededor de la placa del Kilómetro 0 con vino y leche. Mientras, la actuación en ese elemento céntrico de la plaza mediante frottage se convertirá en una obra duradera, que donará al museo municipal Ramón María Aller a petición del regidor. ¿Qué se podrá ver? De nuevo surge el elemento reivindicativo, en este caso por parte del propio artista, que opta por recrear las carballeiras de Catasós.
Pretende de esa forma, dice, traer «as periféricas carballeiras ao punto central da bisbarra, para darlle máis visibilidade ao problema ecolóxico-cultural-social» con el trasfondo del rechazo existente en Lalín a la línea de alta tensión proyectada en Casas Vellas. Todo el proceso pictórico se grabará para editar un vídeo, además de tomarse fotografías para su exposición.
Colaboración de Moldes
El artista lalinense pretende involucrar en la iniciativa a Manuel Moldes, pintor de prestigio vinculado a la localidad desde hace años. Una colaboración que todavía no está confirmada por parte del pontevedrés. Podrían formar tándem en este original proyecto creativo.
Mural en escaleras del consistorio
En ese «duelo» de propuestas y contrapropuestas entre Aymerich y Cuíña, el creador planteó al regidor pintar un mural al óleo en las escaleras del vestíbulo interior del consistorio. Parece haber encontrado receptividad, abriéndose un período de negociaciones. Todavía en fase germinal, no sin cierta retranca apunta el artista que «podemos comunicar que a obra pintada exterior doada dende o KM. 0 está vinculada, en certo modo, coa futurible e remunerada obra pictórica consistorial». Ahora toda esperar si fragua este segundo proyecto.