Una docena de tractores intimidan en la explanada comercial, sin acceso a vehículos
15 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los ganaderos de las comarcas de Deza y Tabeirós se sumaron ayer a los bloqueos de grandes superficie comerciales que ya realizan sus colegas en A Coruña y al movimento existente en Lugo. «Pídennos que botemos unha man e é xusto que mostremos tamén aquí o problema», dijo Román Santalla, en una asamblea a mediodía con más de medio centenar de ganaderos y cooperativistas de la zona. No se suman solos. Iniciaban acciones contras firmas de distribución en Vilalba, Meira, Chantada y Sarria.
Van a ir al ralentí, preparados para días y noches de guardia. Tienen claro que quieren protestar que reclaman precio justos, que se compense en la granja lo que ya se aplica en los lineales al consumidor: «Entre 4 e 6 céntimos aínda que o queiran negar», incidía Santalla, que insistía mucho en la importancia de que el producto que se vende lleve el origen de la leche para que los consumidores tengan opción de elegir. Lo hacen en Francia y en Alemania y aquí les dicen que está prohibido. La contradicción enfada a los ganaderos: «Todo o que queremos está prohibido aínda que o fagan noutros sitios», decían
Acordaron apostar los tractores por la tarde a ir incorporándolos paulatinamente a lo largos de los días. Ayer fue testimonial. Una docena de tractores se asentaron a partir de las cuarto de la tarde. Tienen permiso indefinido para asentar las máquinas en la plataforma de Eroski. Esta superficie y Lidl son el objetivo para esta primera acción. «É unha elección selectiva», explicó Santalla, no descartando otras empresas pero incidiendo en las más agresivas con el sector, por todo Galicia.
El acuerdo de la mañana fue impedir el acceso a las dos empresas las acciones de abastecimiento y dejar pasar el resto de movimiento comercial de otras empresas y usuarios. Posteriormente el bloqueo fue algo más rígido. Una cinta de obra que ataron el propio Santalla y Alberte Lamazares, respaldados por diversos ganaderos más, cortaba el paso con ganaderos en su entorno en la entrada exterior a todo el área comercial. Muchos conductores al ver la cinta desistían ya de entrar y continuaban. Otros lo intentaban y algunos pasaron. La vigilancia de la Guardia Civil fue permanente pero muy discreta. No hubo incidentes.
Por la noche, se aguardaba que creciera la docena de tractores apostados en la explanada. Para ir poco a poco ampliando la puesta en escena de la protesta, para que se vaya visualizando cada vez más.
Para hoy se aguarda más presencia ganadera y un bloqueo más selectivo que el de ayer, como se planeaba inicialmente. Seguramente no fue solo el representante de un bazar chino que pidió a los manifestantes buscar fórmulas para no perjudicar al comercio. Fueron más y los ganaderos solo quieren penalizar a quien no cumple con ellos, Eroski y Lidl. Por eso hoy, según avanza la organización, el control será más próximo a las dos firmas y tendrá acceso quien vaya a otros establecimientos. El bloqueo es «indefinido». Ayer empezó a ralentí. Mientras aguardan respuesta oficial pretenden ir elevando la dimensión del mismo.
Tractores
Una docena de tractores, avanzadilla por la tarde. Irá en aumento.
Ganaderos
Unos 60 ganaderos estuvieron en la asamblea que acordó el bloqueo.
Políticos
Rafael Cuíña, González Casares, Xavier Vence, entre otros, mostraron apoyo.
Ojalá no estallen
Después del gran despliegue de hace semanas los ganaderos repiten. Muy poco cambió su situación y no son capaces de interpretar el futuro positivo que ven las administraciones gobernantes. No consiguen verlo. Más bien todo lo contrario. Por eso salen a protestar. Lo hacen de mala gana. Están cansados. Están perdiendo muchos céntimos en litro de leche, sin capacidad de comprensión alguna. Por eso salen, y ojalá no tengan que estallar.,
«Son moitos anos co mesmo problema, xa case non quedan gañas nin de protestar»
La protesta se irá incrementando paulatinamente. Los ganaderos saben que «pode ir para longo», según indicaban ayer en la explanada de Eroski. Confluían sentimientos encontrados. Por una parte, la voluntad de revelarse contra la situación que les tiene en riesgo de extinción y, por otra, el cansancio.
Un ganadero llegado desde Vila de Cruces señalaba que «son moitos anos co mesmo problema, sen que ninguén resolva a situación». No se consideran culpables y, por contra, el otro sentimiento encontrado es el de que «xa case non quedan gañas nin de protestar», decía el ganadero comprendiendo, aunque no justificando, a muchos que no se acercaron a las protestas.
El precio que reciben en Galicia de media es de 28,7 céntimos. En la zona, considerando que las explotaciones tienen menor dimensión, es algo menos. Nadie entiende que no se cobre más de 30 céntimos y todo el mundo reconoce que los costes hay que situarlos en 34 de media general.