Esta plaga se une a la asfixia que viven los ganaderos por el incremento de costes
07 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.A los ganaderos les toca cada vez mirar más al suelo que al cielo. La preocupación por las lluvias que garanticen una cosecha adecuada para alimentar a sus animales queda en un segundo plano por las mermas que está causando el jabalí en sus cultivos. Cada vez hay más daños, con mayor superficie forrajera afectada, con plantaciones de maíz arrasadas y la incertidumbre sobre el cobro de indemnizaciones desde la Administración y sus cuantías. Una piedra más en el tortuoso camino de lograr la rentabilidad de las granjas, sumado a la pérdida de cabezas por ataques de lobo, los crecientes costes de producción, la inflación, el incremento de los salarios, la desaparición de la cuota láctea o las crecientes exigencias de garantía alimentaria.
Con ese complicado panorama resulta fácil explicar la progresiva reducción de explotaciones ganaderas en la provincia de Pontevedra. En solo tres años, desaparecieron más de 1.500, pasándose de las 8.275 del 2015 a las 6.746 a cierre del pasado ejercicio. En consonancia, el número de vacas también cae de forma progresiva, aunque Lalín siga encabezando el ránking gallego por municipios con 15.000 cabezas. Pero en el conjunto provincial se pasó de las 57.194 en el 2015 a 55.011 en el 2018. Un año donde la mayoría de explotaciones estaban dedicadas a la producción de carne, con 3.279, frente a las 1.023 de leche, con solo 16 mixtas, o los 2.239 de cebadero.
A esa situación actual de reducción de explotaciones y cabezas de ganado contribuye el progresivo incremento de los daños en los cultivos por la plaga de jabalíes. En la provincia pontevedresa se produjeron en un año más de quinientos avisos por ataques de esos animales. Fueron en concreto 523 entre agosto del 2018 y julio del 2019, últimos datos computados por la Consellería de Medio Ambiente. Durante el período de coincidencia con la temporada de caza, se llevaron a cabo 3.702 actuaciones con el objetivo de recortar la cabaña de jabalí en la provincia. Incluyeron desde batidas a monterías y esperas.
Este tipo de acciones apenas paliaron la problemática, como han venido denunciando tanto organizaciones agrarias como ganaderos a título particular o vecinos de las parroquias más afectadas. Entre las más recientes una en Deza por ataques en Moa. Pero de forma periódica surgen alertas por daños en cultivos en Silleda, Lalín, A Estrada,... entre otros muchos municipios, principalmente en el norte provincial. Esa situación llevó a la Xunta a incluir a Deza entre otras comarcas de Galicia en emergencia cinegética temporal para combatir al jabalí, en una supuesta «barra libre» para cazarlo que ya ha generado posiciones encontradas.