La teniente de alcalde de Lalín, Paz Pérez, rebatió las críticas del BNG por las facturas sin pagar al cierre del 2022 y recordó el descontrol del cuatripartito, que en el traspaso de poderes en el 2019 dejó 1,5 millones euros pendientes de abono. Una cuantía muy superior a la que anunciaba el anterior gobierno loca de unas decenas de facturas por 500.000 euros.
Cree Pérez que el BNG no puede ponerse de ejemplo cuando Intervención tildaba de «caótico» al anterior gobierno, lamentando que se ofrezca una visión alarmista de la situación económica para lograr rédito electoral. Comparó los datos del 2018, con 1,8 millones pendientes que eran el 12 % de presupuesto prorrogado, mientras los 2,5 millones del 2022 suponen solo el 8 %. Además, incidió en la reducción en más de un 30 % del período medio de pago a los proveedores, al bajar de 14,38 a 10,96 días.