Manuel Nistal :«Llevamos más de cien vistas suspendidas»

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Miguel souto

La huelga de letrados en los juzgados trae de cabeza en estos momentos a los profesionales del Derecho

19 mar 2023 . Actualizado a las 17:35 h.

Manuel Nistal Riádigos (Lalín, 1958) fue durante muchos años el decano de los procuradores del partido judicial de Lalín y aunque en estos momentos, apunta, el colectivo no tiene ninguno en la zona, muchos siguen viendo en él a su representante. De padre abogado, explica que nunca pensó en dedicarse a otra cosa. «Mi padre me apuntó en su día y fue hacia donde me orientaron», resalta. Ejerce como procurador desde 1983. Cuarenta años en los que la profesión vivió cambios importante y una evolución marcada por el desarrollo de la tecnología. En los albores de los 80, cuenta, «escribíamos a máquina y como no existían las fotocopiadoras había que tirar de papel cebolla y papel calcante», herramientas básicas en la labor diaria.

Las comunicaciones no eran ni mucho menos inmediatas y era necesario echar mano del coche de línea. «Nos comunicábamos de esa forma con los abogados de fuera de plaza. Ibas, hablabas con el revisor, que llevaba el sobre y avisabas al abogado para que fuera a recogerlo», rememora. Un método que se usaba, añade, «para las cosas que tenían que contestarse y con plazos». Curiosamente, indica, «los plazos eran más cortos; los que hoy en hoy en día son cinco días, antes eran tres, pese a que las comunicaciones eran más difíciles».

En aquellos tiempos «si se presentaba una demanda contra diez demandados el abogado te entregaba el original para presentar en el juzgado y tres o cuatro copias en papel cebolla y tú tenías que hacer el resto de copias si había más demandados e incluso copiar los documentos. Solo estábamos exentos de copiar si pasaban de cien páginas», recuerda.

El primer vuelco en la profesión vino marcado por las tecnologías. «Se notó muchísimo cuando llegaron las fotocopiadoras. Cuando llegó el fax, fue ya una transformación muy importante que te permitía una comunicación directa y solo tenías que llamar para confirmar la recepción. Después, con la llegada de Internet ya fue otro mundo», apunta Nistal. Otro gran cambio, añade, «fue la deslocalización porque antes solo podíamos ejercer en un partido judicial, pero hace unos cuantos años se reformó y ahora podemos trabajar en cualquier partido judicial de España, el único requisito es estar colegiado». Con internet «nos comunicamos con cualquier juzgado y recibimos y enviamos las comunicaciones por la plataforma Lexnet». Cree que «es la vida de hoy, pero el sistema anterior era más cercano».

En la comarca dezana, Nistal suma, cuando él empezó, ocho procuradores con despacho en Lalín, aunque no todos ejercían la profesión en exclusiva. El número se ha venido manteniendo en las últimas décadas. No así el de abogados, que creció mucho. En los años 80 y principios de los 90 calcula que «había unos cinco en Lalín y en el resto de la comarca uno en Silleda, que era don Casimiro, de A Bandeira». Hoy en Lalín hay multitud de despachos y también otros profesionales del Derecho que ejercen en diferentes localidades de la zona. Esa globalización hace que a los juzgados de Lalín acudan procuradores y abogados de diferentes partes de España y que los de aquí también se desplacen fuera. Un cambio que, dice, «a quien más beneficia es a los despachos grandes».

Van ya más de cincuenta días desde que se inició la huelga de letrados, los antiguos secretarios de juzgado, que está provocando un serio parón en la actividad que trae de cabeza a los profesionales del Derecho.

Nistal calcula que «en estos dos meses llevamos más de cien vistas suspendidas. Este año, por fin, tuvimos vacaciones de Navidad y fue inhábil el período del 24 de diciembre al 6 de enero y, aunque quitando los festivos no fueron tantos, también sumaron días de inactividad». Opina que hasta ahora «los juzgados de Lalín no iban mal y no había mayor problema, pero cuanto más se prolongue la huelga más trabajo se acumulará». En Lalín, con dos juzgados y una plaza vacante, hay en estos momentos solo una letrada titular que atiende los dos juzgados y secunda la huelga, aunque se siguen atendiendo las cuestiones urgentes.

En estas cuatro décadas, la litigiosidad, explica, «también cambió muchísimo. Antes primaba lo relativo a lindes y fincas pero todo eso desapareció y ahora lo que más abunda son los procesos de familia: divorcios, separaciones,...». Últimamente, dice, «parece que repuntaron de nuevo los desahucios y reclamaciones de cantidades». En violencia de género «hubo una época en la que casi todos los días teníamos algún caso, pero ahora me da la sensación de que hay menos», asegura. Fuera del despacho, la gran afición de Nistal son los caballos y participó en innumerables campeonatos y concursos de enganche en España y Portugal, con grandes alegrías. Ahora, lamenta, «ya me di de baja».