La imborrable huella de Paco Lareo

David Cofán Mazás
David Cofán LALÍN / LA VOZ

LALÍN

miguel souto

El artista cruceño recibió un emotivo homenaje con la inauguración de un parque en su honor en el centro de Lalín acompañado por multitud de amigos y familiares

24 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que las cigüeñas son señal de buen augurio. Cinco fueron espectadoras de lujo del acto de inauguración del parque en memoria del inolvidable artista cruceño, Paco Lareo, celebrado ayer en Lalín. Como si hubieran escogido a propósito ese lugar para disfrutar de esta soleada mañana de marzo, las aves volaron en círculos durante casi todo el homenaje, quién sabe si ofreciendo su particular tributo al pintor. Unos cuantos metros más abajo, frente a los jardines colindantes a la Casa da Xuventude, decenas de personas de diversos concellos, profesiones, edades e ideologías se sumaron al reconocimiento público de una persona querida y respetada. Una unión que escenifica perfectamente quién era Paco Lareo y la imborrable huella que dejó en aquellos que le conocieron.

Su hermana, y presidenta de la Fundación A Solaina de Piloño, Carmen Lareo, fue la encargada, junto con el alcalde de Lalín, José Crespo, de descubrir la escultura conmemorativa que preside el parque. La pieza, escogida por ella y el genial Damián Paío, lleva por nombre As tres gracias, una composición realizada por el propio Paco Lareo. La base está coronada por una frase del artista: «Raio de soños e ilusión, trono literario dos muros que fragmentan culturas e civilización».

Antes de comenzar los discursos protocolarios, la música fue protagonista con una hermosa actuación al violín interpretada por Inara Vecbastika y Carlota Collazo, que tocaron Un longo camiño branco, de Milladoiro, y la Muiñeira de Chantada. Arropando a una emocionada Carmen se encontraban el regidor lalinense, el teniente alcalde de Vila de Cruces, Julio López, el conselleiro de Cultura e Educación, Román Rodríguez, el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, y el escritor Xoán Carlos García Porral.

Un espacio que lo representa

Aunque pudo contener las lágrimas, cada palabra mostraba una inmensa emoción.«É un dos días de maior felicidade para min, que ao igual que o meu irmán Paco, sentímonos en Lalín coma na nosa casa», afirmó Carmen.

«É unha honra que todos os grupos políticos se unan para agasallar a un home libre de pensamento e que só tiña unha militancia: a de loitar pola cultura no rural. A cultura debe ser así, de todos, unánime e sen divisións», continuó. Aseguró que la elección del lugar para homenajear a su hermano es inmejorable. «Un parque ao carón da Casa da Xuventude. A natureza e os máis novos, as cousas que máis enchían o corazón de Paco. O verde, o aire puro e ensinarlle aos mozos que o verdadeiro arte está en saber escoitar, manter unha conversa cun vello ou outro rapaz, pero sen présa. En saber ler un bo libro, cantar unha canción ou rirse en amizade cun bo chiste», agradeció. «Estou segura de que Paco virá a este parque todos os días, porque os espíritos libres viaxan a onde queren, incluso dende o máis alá. Terá dúas paradas obrigadas: unha, A Solaina, e dúas, este parque», concluyó.

La propia Carmucha fue también reconocida por su esfuerzo para mantener vivo el legado de su hermano con la Fundación A Solaina. «Un espazo dedicado á cultura que serve como punto de intercambio de ideas, pero sobre todo un lugar que se constituíu como un elemento revalorizador do mundo rural e labrego», declaró García Porral, quien ensalzó la bonhomía de Lareo: «É unha desas persoas que merecen ser escoitadas porque a súa presenza vai reportar so beneficio».

Julio López destacó la «loita día a día» de Carmen para hacer que el proyecto de Paco Lareo «esté máis vivo que nunca». Agradeció al Concello de Lalín el detalle de homenajear a otro ilustre cruceño, ya que a 50 metros se alza la estatua del Neno Labrego de Neira Vilas. José Crespo recogió el guante y tendió la mano para un homenaje conjunto a la figura de Matemático Rodríguez, de quien se cumplen 200 años de su fallecimiento.

Por su parte, Román Rodríguez destacó la principal cualidad del pintor de Piloño. «O seu gran valor é que tiña unha gran capacidade de aunar vontades. Era un home bo e xeneroso, pero de verdade». Ensalzó su figura como referente en la dinamización cultural de Deza y Galicia. «Posibilitou facer algo singular non só na comarca, senón no conxunto de Galicia. É un lugar máxico e excepcional polas persoas que canalizan a súa creatividade a través da Solaina. Unha porta á cultura, á alegría, ao respecto é á convivencia», reconoció.

El acto fue clausurado por la música de Plácido Rozas, que interpretó con la gaita la Muiñeira da Solaina y el himno de Galicia.