Un Rali do Cocido pasado por agua y con frío

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Miguel Souto

Las adversas condiciones del tiempo no desalentaron al público, que vibró con las pasadas

09 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la ceremonia de salida ya obligó a la organización a trasladarse a cubierto por la lluvia, bajo la carpa instalada en el campo da feira de Lalín, al público que ayer siguió el Rali do Cocido le tocó tirar de paraguas o mojarse en varios de los tramos disputados. Pero la afición respondió a esta fiesta del motor, ya consolidada en el calendario y que además abría el campeonato gallego del 2025. Querían seguir a sus pilotos preferidos, animando con intensidad y disfrutando de una edición marcada por el barro en las pistas.

A las complicaciones de algunos de los tramos cronometrados diseñados por la Escudería Lalín Deza, en especial con el que se cerraba el rali en Rodeiro, se sumó el estado de las carreteras. Tampoco resultó fácil para los pilotos afrontar la doble pasada por Carballeda, que había abierto la competición el pasado año, dadas sus dificultades técnicas con complicadas enlazadas con el inconveniente añadido de los deslizamientos en zonas embarradas o muy mojadas.

La organización tuvo que echar en esta edición el resto para tener todo a punto en los distintos tramos, con un tiempo tan desapacible como enemigo. Tocaba controlar que el público ocupase las zonas delimitadas, tras haber acudido ya a curiosear entre las monturas en el parque de asistencia en el polígono Lalín 2000. No hubo accidentes relevantes, sí algunos abandonos de coches que se salieron de pista.

De los 103 coches inscritos fueron 23 los que terminaron retirándose, por averías o salidas de carretera. Entre los pilotos afectados uno de la escudería de casa, Alberto Otero con su Mini Countryman Cooper 5, un WRC que aspiraba a estar en los puestos de cabeza al final del rali. Pero ya tuvo que abandonarlo en el primer tramo por una avería. Un rali bastante complicado por la suciedad en el recorrido, costando mantener el coche en el trazado. Las cortinas de agua que levantaban en algunos puntos donde se acumulaba ofrecía imágenes espectaculares, así como los derrapes causados por el barro.

El gato con siete vidas

Siempre se producen anécdotas en este tipo de carreras y sin duda destaca la protagoniza por un gato al paso del rali por Ramil. Al intentar cruzar la calzada le pasó por encima un coche, pero logró salir indemne. Seguro que agotó algunas de las siete vidas que se les atribuyen.

Tras la dura batalla la explanada del centro comercial Pontiñas en Lalín acogió la entrega de premios a los primeros clasificados en las distintas categorías. Después tocaba descansar en espera de volver al asfalto en la segunda cita del gallego, que será en dos semanas en A Coruña.