
Cayeron tejados, estructuras, chapas y postes que provocaron numerosos cortes de luz en muchos municipios de la zona
21 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El viento no dio tregua y en la estación de Mouriscade se registraron rachas de 102,7 kilómetros por hora. El pico de incidencias se registró en torno a las 6.30 horas. Laín fue uno de los municipios de la zona en los que se registró un mayor número de incidencias. Volaron tejados, chapas y estructuras varias, cayeron numerosos árboles en las dos comarcas y se produjeron numerosos cortes de luz, provocados en gran parte por la caída de árboles sobre el tendido.
Estos afectaron a Lalín, Rodeiro, Dozón, A Estrada, Forcarei y Agolada dejando sin suministro a numerosos clientes. A media mañana se contabilizaban aún 2.500 sin suministro en Lalín y Rodeiro. A las 15.30 horas quedaban pendientes 870 clientes en Rodeiro y 340 en Lalín y a las 17.00 horas 60 en Lalín y 200 en Rodeiro. Los operarios trabajaron intensamente desde la madrugada para solucionar las numerosas incidencias.
Lo mismo hacían los servicios de Emergencias, Protección Civil y las brigadas de obras de la mayoría de los concellos de la zona. En Lalín, el viento deshizo completamente la estructura metálica de la carpa del campo de petanca ubicado en la zona de O Regueiriño. En el Kilómetro Cero levantó un cubo metálico utilizado por el Concello para promocionar el programa de actividades y los ocho contrapesos metálicos que lo sostenían. Su impacto contra un cristal hizo añicos una luna de grandes dimensiones de una tienda en la esquina de la rúa Loriga.
En la rúa Principal rompió y levantó los paneles de una terraza del edificio Brasil. Parte de los trozos de la estructura acabaron tirados en el Paseo Pontiñas. En la parroquia de Sello, el aire se llevó parte del tejado del centro social y la carpa ubicada en el campo da festa de A Veiga.
Las caídas de árboles fueron numerosas.
En A Estrada Emerxencias atendió catorce avisos por árboles derribados por el viento o postes a punto de caer. Reforzó su equipo y contó con cuatro efectivos, cortó y retiró árboles y ramajes en una docena de puntos: uno en Santeles, dos en Curantes, en la carretera As Pereiras-Fieitoso; uno en Fraiz (Olives), uno sobre el cableado eléctrico en Ribeira, otro en el vial Pardemarín-Ribela, uno en Golfariz (Pardemarín), uno en la carretera Cabanelas-A Graña, otro en Cabanelas, uno en el vial Berres-San Pedro de Ancorados, uno en Moreira Vella y otro sobre el tendido telefónico en Matalobos. En Oca, un poste de Fenosa se desplomó en una propiedad privada.
En Silleda, la mayor parte de las incidencias fueron en las zonas de Oleiros y Cortegada, donde continuaba ayer aún cortado uno de los accesos a Regalade después de que el viento levantara un establo. Se registraron 20 incidencias. Además de en esas zonas en Laro, Vilar y Taboada. El viento tiró árboles, paneles informativos, chapas de edificios, contenedores y mobiliario urbano. En Forcarei Protección Civil y operarios municipales retiraron árboles caídos en Masgalán de Abaixo, A Carballeira, Córneas -en el cruce con Dúas Igrexas-, en la carretera de San Marcos a O Sixto, en Taboadelo, en Espindo y junto al cementerio de Forcarei. También hubo un apagón en Espindo. Asimismo, el centro de salud de Soutelo de Montes amaneció sin suministro eléctrico, pero a las 9.30 horas quedó restablecido.
Solidaridad para despejar la Nacional 640 en Ponte Vilariño con premura
La buena voluntad y la vocación de servicio tanto de un guardia civil como de un maderero y un gruista hicieron posible poder despejar la Nacional 640 a su paso por la zona de Ponte Vilariño, entre Lalín y Agolada. A las 6.30 horas de ayer cuando más arreciaba el temporal, un guardia civil de patrulla acudió a la zona an causa de la caída de dos árboles de gran tamaño a la calzada. El fuerte viento, la ¡lluvia y la situación, en una zona de curvas cerradas aconsejaba actuar cuando antes. A esa hora, el 112 se encontraba desbordado y también el resto de las fuerzas de seguridad y emergencias.
El guardia optó por pedir ayuda a un maderero de la zona que acudió con la motosierra y se puso a trabajar mientras el guardia señalizaba la zona. La fortuna quiso que pasase por allí un hombre con una grúa que se dedica también al parecer al negocio de la leña y que no dudó en parar para echar una mano y poder despejar cuanto antes la carretera nacional.
De la ardua labor en unas condiciones extremas a causa del temporal de estos hombres fueron testigos algunos conductores que pasaron por allí, que con su trabajo por el bien común seguramente consiguieron evitar más de un posible accidente en una carretera nacional que una la comarca de Deza con Lugo, que tiene mucho tránsito y por la que pasan a diario muchos transportistas de todo tipo y vehículos particulares.