
Las graduaciones no se han hecho esperar. Los primeros en celebrarla fueron los alumnos del instituto estradense García Barros y ayer le tocaba el turno a los del instituto Laxeiro de Lalín. En la capital dezana, ya el año pasado los centros trasladaron los habituales actos de los salones de actos de los institutos al Salón Teatro para poder contar con aforo. Este año, los del Laxeiro se dieron cita junto con sus familias en este escenario. Hubo algunas sorpresas como un baile en el que participó gran parte del alumnado. Estaba también preparada la exhibición de algunos vídeos en los que los alumnos de segundo de BAC que ahora emprenden un nuevo camino, muchos de ellos continuando sus estudios en la Universidad, contaron algunas de sus vivencias. En el acto no faltaron los discursos ni la tradicional colocación de las bandas. Los estudiantes tenían previsto continuar la fiesta con una cena-baile en el Naval do Espiño. En el García Barros, el acto de graduación tuvo lugar en el instituto para continuar la celebración más tarde con una cena y música en la Casa con Encanto de O Refuxio de Merza. El A Estrada, la graduación tuvo lugar al día siguiente de la evaluación en la que los estudiantes conocieron sus notas. Tres se graduaron con matrícula de honor. Fuero: Mateo Constenla Rubial, Noa Barcala Ameixeiras y Aitor dos Santos Nebra. foto Miguel Souto